
Cinco empresarios visitan destacadas firmas madereras de la comunidad gallega Los distribuidores del Magreb estudian fletar mensualmente un barco desde Ribadeo
21 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?i las negociaciones llegan a buen puerto, Galicia podría ganarle la partida al sur de España y Portugal en lo que se refiere a exportación de productos madereros a Marruecos. Invitados por la Cámara de Comercio de A Coruña, cinco empresarios marroquíes-los más fuertes en el sector de importación y distribución maderera- negocian estos días con distintas firmas de la comunidad iniciar una línea de intercambio. El producto que en estos momentos interesa a los empresarios marroquíes no es tanto la tabla aserrada de pino -en la década de los ochenta Galicia llegó a exportar a Marruecos 150.000 metros cúbicos anuales-, como la oferta de semielaborados: tableros, contrachapados y aglomerados. Si bien existe producción autóctona en Marruecos, esta apenas cubre la mitad de las necesidades, de modo que «estamos hablando de comprar del orden de 20.000 toneladas anuales», explicó ayer Jean-Michel Guillet, director general de la firma Gadimat. Con él recorren estos días las industrias gallegas altos ejecutivos de Robelbois, Comarbois, Cema Bois de L'Atlas y Sedec, los distribuidores marroquíes. Línea regular Gilles Hotelin, director de Robelbois, puntualizó que el grupo estudia establecer una línea regular que se materializaría con el flete mensual de una embarcación, probablemente desde el puerto de Ribadeo, más barato que el coruñés. Paneles de MDF, contrachapados y tableros de aglomerado terminados con melamina centran sus expectativas, situando a firmas como Intasa, Ecar o Costiña en el eje de las negociaciones. Junto a la carga central de artículos semielaborados de la madera, no descartan incorporar cierta cantidad de tabla aserrada de pino, mercancía que en la actualidad adquieren en su mayoría a Chile y Brasil, salvo en los casos que precisan piezas de especiales características. De hecho, la importación en este apartado se ha reducido a prácticamente 6.000 metros cúbicos anuales. «El cambio dólar-euro no facilita recuperar este negocio con Galicia, no estamos tan cerca en precios, pero puede cambiar», apuntó Guillet.