Un grupo armado asalta la fábrica de Calvo en Venezuela y la deja inoperativa

ECONOMÍA

También intentaron destruir la factoría con gasolina y un artefacto explosivo Los atacantes causaron destrozos en la instalación eléctrica, oficinas y cocederos

15 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Un grupo armado integrado por seis hombres desvalijó en la noche del martes al miércoles la fábrica del Grupo Calvo en la localidad venezolana de Guanta. Los asaltantes causaron importantes destrozos en la instalación eléctrica, las oficinas y la zona de cocederos, según informó ayer Eugenio Martínez, portavoz de la empresa, hasta el punto de que los desperfectos han dejado la planta inutilizada, al menos temporalmente. La factoría procesa lomos de atún con destino a las instalaciones de Carballo (A Coruña). Los seis hombres llegaron a la fábrica -ubicada en el Estado de Anzoátegui- pasadas las once de la noche del martes y permanecieron en su interior hasta las cuatro de la madrugada. Según declaró a Efe José María Iglesias, asesor legal de la firma, iban encapuchados y armados. Los vigilantes de seguridad, que a esa hora se encontraban solos en las instalaciones, fueron amordazados. Los delincuentes registraron las oficinas, en las que se concentra buena parte de los daños, y se apoderaron de diversos objetos, entre ellos varios ordenadores y documentos. También se llevaron un coche. Pero sobre todo atacaron las instalaciones de energía. «Su actuación fue precisa y destruyeron equipos básicos para el funcionamiento de la planta, que ha quedado fuera de servicio y no sabemos cuándo se podrá reabrir», indicó José María Iglesias. Uso de explosivos El grupo armado trató de incendiar la factoría con gasolina y botellas de gas, además de colocar un artefacto explosivo que obligó a intervenir a los artificieros de la policía venezolana, desveló el asesor legal de la empresa. El personal del Grupo Calvo en Venezuela se dedica en estos momentos a la evaluación de los daños. La firma con sede en Carballo prefiere mantener cierta cautela hasta conocer en qué línea apuntan las investigaciones policiales. «Está claro que hemos sido víctimas de un acto delictivo, pero no sabemos si ha sido sólo eso o hay otras connotaciones», señaló Eugenio Martínez. Este portavoz también aseguró que, en los 15 años de vida de Atuneras del Oriente (Atorsa), nunca se habían producido sucesos de tal magnitud. «Sabemos que en la zona ha habido asaltos a otras empresas, pero a nosotros no, al menos no tan significativo como éste». La fábrica venezolana ya estuvo cerrada durante casi dos años (entre 1999 y el 2001) por falta de atún.