La entidad resultante se convertiría en la primera de la zona euro y la octava del mundo La adquisición podría ser de 13.300 millones, que en su mayoría se pagarían en metálico
24 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El Santander Central Hispano (SCH) podría pagar hasta 8.800 millones de libras (13.323 millones de euros) por el Abbey National, el sexto banco británico, según apuntó ayer el diario Financial Times . El consejo de administración de la entidad presidida por Emilio Botín se reunirá hoy de forma extraordinaria para tomar una decisión sobre la eventual operación, la mayor de la historia de la banca europea. La premura del encuentro se debe a que el viernes, los rumores sobre el salto europeo del SCH se convirtieron en realidad después de que ambas entidades confirmaran a los correspondientes organismos reguladores que la negociación estaba abierta. La noticia castigó en los mercados al banco cántabro, que perdió un 4%, hasta situarse en los ocho euros, y dio alas al Abbey, cuya cotización repuntó un espectacular 17,65%. Las dudas sobre una compra que los analistas dan casi por segura se centran en la forma de pago. El Santander maneja una oferta de entre 560 y 600 peniques por cada título del Abbey, asegura el Times , que añade que la mayor parte del desembolso se llevaría a cabo en efectivo, al que acompañaría un intercambio de acciones entre ambas entidades. Tras reconocerse los contactos, el Abbey se disparó en Bolsa desde los 493 hasta los 580 peniques por acción. A cierre del mercado londinense, el segundo banco británico en volumen de créditos valía 12.678 millones de euros, cerca de 2.300 millones más que la víspera. Así, los 13.000 millones que podría desembolsar el SCH supondrían una prima del 25% sobre el valor del jueves. Forma de pago Entre las incertidumbres que rodean a la operación figura la ya aludida sobre la forma de pago. Los analistas se inclinan por una oferta pública de adquisición de acciones (opa) amistosa en la que gran parte del desembolso se realice en metálico y el resto en intercambio de papel. La duda surge al analizar la posible reacción del Royal Bank of Scotland en la necesaria ampliación de capital. Apoyo recíproco Si hasta ahora el socio escocés del SCH (posee un 2,83% del banco español), ha acudido en ayuda de Botín cuando este se lo ha demandado -como en la compra de Banespa-, el hecho de que sea competidor directo del Abbey podría frenar la colaboración. Sin embargo, la mayoría de los expertos aseguran que el entendimiento no tiene porqué deteriorarse, máxime si se tiene en cuenta que Botín también apoyó al RBS cuando éste compró el NatWest. La opción de una joint-venture entre el SCH y el Royal para controlar el Abbey y evitar así cualquier problema con las autoridades de Competencia británicas es una de las alternativas que los analistas también han apuntado. El noviazgo entre el SCH y el Abbey viene de tiempo atrás, y ha sufrido más de un contratiempo que, a la larga, ha beneficiado al banco británico. Sumido en unas pérdidas considerables (1.029 millones de euros en el 2003 y 1.492 millones en el 2002), la cotización de la entidad presidida por Terence Burns sufría el peso de sus malos resultados. El ardid Los rumores del acercamiento de la entidad española animaron su cotización hasta los 575 peniques por título en febrero, un impulso que terminó hace mes y medio cuando el consejero delegado de SCH, Alfredo Sáenz, dio por rotas las conversaciones, lo que llevó al Abbey hasta los 451 peniques. La ruptura, sin embargo, fue un ardid para continuar las negociaciones sin presión. Este viernes, el banco británico reconocía haber recibido una propuesta que pudiera concluir en una oferta por la compañía. Una oferta que, de concretarse, daría lugar al primer banco de la zona euro por capitalización bursátil y al octavo del mundo. Desatados los nervios en el sector, el SCH informó a su vez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de las conversaciones. Al descubrirse la negociación, el Santander convocó de urgencia una reunión de su consejo de administración para hoy en el que informará a sus 21 miembros de la situación. De esta reunión saldrá la decisión definitiva, que los analistas dan cerrada de antemano: Botín ha apostado por el Abbey y el consejo le otorgará su confianza. Con la compra, el SCH logra reducir su dependencia de Latinoamérica, sujeta a convulsas situaciones económicas que en ocasiones han pasado factura a sus resultados. Además, en lo que supone el primer salto de una entidad española a otro país del continente, Botín se haría con el segundo banco en hipotecas (cuenta con una cuota del 10%) y el sexto por activos del Reino Unido. El presidente del Santander ya lanzó recientemente un aviso a navegantes al explicar que descartaba fusiones entre iguales en Europa, aunque no descartaba compras que crearan valor. Por otro lado, el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, declaró ayer en relación a esta operación que «el incremento de dimensión de los bancos como filosofía general es algo positivo», aunque opinó que toda fusión o absorción como la que proyecta el SCH implica también riesgos.