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Ence y Georgia Pacific desisten de cerrar el ciclo del papel en Galicia

Mercedes Escauriaza PONTEVEDRA

ECONOMÍA

Las trabas urbanísticas y el estatus concesional de Lourizán han hecho inviable el proyecto Fraga advirtió en dos ocasiones al Ayuntamiento de Pontevedra del peligro de fuga

01 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente de Ence, José Luis Méndez, y el vicepresidente de Georgia Pacific para Europa del sur, Juan Jornet -aliado estratégico de la pastera española para cerrar el ciclo productivo del papel en Galicia- comunicaron ayer al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que desisten de este proyecto. El anuncio, que tuvo lugar en una comida privada celebrada en la sede de la Fundación Caixa Galicia, en Santiago, se produce trece meses después de que ambas compañías hiciesen públicos sus planes para crear la que iba a ser la segunda fábrica española del sector, que además aportaba un importante valor añadido a una de las materias primas más importantes de la comunidad: la madera. Pero en el transurso de este largo año, Ence y sus socios -también participaba la sociedad pública Xesgalicia, con un 10%- no han podido superar las condiciones necesarias para su viabilidad. Ni obtuvo los permisos por parte del Ayuntamiento de Pontevedra, que argumentó la existencia de trabas urbanísticas, a su juicio insalvables, para ubicar la nueva planta en el complejo industrial de Lourizán (al pie de la ría de Pontevedra), ni se resolvió el actual estatus concesional de los terrenos que ocupa la fábrica de celulosa a la que se iba integrar la papelera. Esfuerzos Ence y Georgia Pacific difundieron ayer un comunicado conjunto en el que lamentan que no se hayan podido cumplir las condiciones requeridas para el inicio del proyecto. Además, subrayan que, «a pesar de los esfuerzos realizados por los socios» no se han logrado alcanzar las condiciones requeridas en un plazo razonable. El acuerdo suscrito entre la compañía Ence y la multinacional americana -que distribuye en España los productos de la firma Colhogar- tenía como fecha límite para salvar las trabas iniciales el 31 de diciembre del 2004. A este respecto, el presidente de la Xunta advirtió dos veces en las últimas semanas al alcalde de Pontevedra del peligro de fuga que corría el cierre del ciclo productivo del papel en Galicia. Ahora, tanto Ence como Georgia Pacific, «conscientes -dicen- de la importancia del proyecto para Galicia, con su correspondiente beneficio económico y social», lamentan no poder desarrollarlo como estaba previsto, indicando que esperarán una mejor oportunidad. En este tiempo, a Tisú de Lourizán le salieron dos competidoras, Goma Camps y Tronchetti, con sendas fábricas que comenzarán a producir este año en Aragón. Sin embargo, distintas fuentes indican que, si bien Ence y el gigante americano del tisú han disuelto su acuerdo, «el proyecto sigue vivo», aunque de momento, «no se contempla en otro lugar». La sociedad Tisú de Lourizán -participada por Georgia Pacific en un 60%; Ence, con un 30%, y Xesgalicia, con un 10%,- contemplaba para su nueva fábrica de Pontevedra una inversión de 132 millones de euros y la creación de 200 puestos de trabajo, para arrancar en una primera fase con una producción anual de 60.000 toneladas. La papelera, integrada en la celulosa, formaba parte de un plan estratégico que preveía duplicar su producción a medio plazo, así como aumentar la central de cogeneración, construir un aserrío y, a largo plazo, duplicar asimismo la capacidad productiva de la pasta de celulosa, que actualmente alcanza las 385.000 toneladas anuales.