Rolls Royce confirmó a la sociedad pública su participación en el proyecto y en su financiación La factoría Aker ofrece al consorcio hacer los barcos a un coste un 30% menor que en España
16 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.?l astillero alemán Aker Yards ASA ha iniciado ya con Fast Ship el trabajo conjunto para el diseño de los buques ultrarrápidos que el consorcio industrial pretendía construir en los astilleros de Navantia y que finalmente no ha sido posible por la falta de respaldo por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Tore Langballe, director de Expansión de Aker Yards, grupo que cuenta con varios astilleros en Alemania y Noruega, confirmó a La Voz el acuerdo suscrito con Fast Ship para diseñar los barcos rápidos, que realizarán en el plazo de una semana la ruta que une el puerto francés de Cherburgo con el americano de Filadelfia. «Todavía está en una fase inicial, pero tenemos muchas esperanzas de que este novedoso proyecto se materialice con éxito», manifestó Langballe. Contrato Otras fuentes próximas a la operación añadieron que, antes de que acabe el año, Fast Ship espera cerrar el contrato para la construcción de los buques, que el astillero alemán ha ofertado a un precio un 30% menor que el que había pactado con Navantia. El programa para la construcción de los tres primeros barcos, con opción a un cuarto, está presupuestado en 600 millones de euros y garantiza ocho años de carga de trabajo. Oficialmente, Fast Ship retiró el encargo a Navantia apelando a las limitaciones que le impone la legislación europea, que le impide superar el 20% de su facturación con la construcción de buques civiles, aunque detrás de esa decisión se esconde la falta de respuesta del holding público a las distintas propuestas formuladas para que se fabricasen los barcos en los astilleros públicos españoles. La SEPI sostiene que el consorcio industrial nunca aportó garantías de su proyecto ni de que dispondría de la financiación necesaria para impulsarlo y subrayó que presentaba «riesgos financieros y tecnológicos absolutamente inaceptables». Sin embargo, la corporación pública dispone desde mediados de marzo de una carta de Rolls-Royce -pieza estratégica en el proyecto, ya que tendrá que construir la potente turbina para mover los barcos veloces- en la que manifiesta su compromiso con el proyecto. «Rolls-Royce es socio estratégico de Fast Ship desde hace unos cinco años. Hemos apoyado a la compañía de formas diferentes, incluida la financiación de una investigación importante y del desarrollo necesario de las turbinas de gas y de los inyectores de agua», refleja la misiva. Otro extracto del documento concluye: «Hemos estado apoyando a Fast Ship y al Royal Bank of Scotland en la estructura financiera de exportación propuesta por el Departamento de Garantía de Crédito a la Exportación».