Bruselas excluye a España de la cumbre de la industria militar

Juan Oliver CORRESPONSAL | BRUSELAS

ECONOMÍA

JOSÉ PARDO

El vicepresidente Verheugen debatió los planes de la Unión con doce grandes firmas del sector La Comisión eludió convocar a Navantia a una reunión a la que sí invitó a los rivales de la española

24 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?a Comisión Europea no invitó a ninguna compañía española a la reunión que mantuvo ayer el vicepresidente y comisario de Empresas e Industrias, Gunter Verheugen, con los máximos representantes de una docena de los mayores fabricantes europeos de armamento y tecnología militar. Al encuentro, en el que se estudió la situación del sector de cara a la constitución de un mercado único europeo en la materia, sí fueron convocados los astilleros italianos, británicos, alemanes y franceses rivales de la española Navantia, con la que planean crear un gran grupo europeo de la construcción naval militar. Hace tres años, los socios comunitarios acordaron sentar las bases de una política conjunta de defensa, cuyo primer paso consiste en la definición de los medios y necesidades de su industria armamentística. Para ello, los Veinticinco acordaron promover los contactos y las negociaciones entre las empresas del sector mediante un nuevo organismo -la Agencia Europea de la Defensa (AED)-, y encargaron a la Comisión que allanara el camino promoviendo la competitividad industrial y la homologación de los diferentes sistemas de producción nacionales. Papel secundario La reunión de ayer se enmarca en ese proceso en el que, de momento, las empresas españolas como Navantia parecen tener un papel secundario para el Ejecutivo comunitario, a pesar de su peso específico y de que parte de su porvenir se está decidiendo, precisamente, en esas conversaciones. «Éste ha sido el primer paso de un diálogo que continuará con todos los Estados miembros», aseguraron ayer fuentes del gabinete de Verheugen, que justificaron la ausencia española asegurando que sólo se había convocado a las «grandes empresas», y que el resto podían considerarse representadas por la Asociación Europea de Industrias Aeroespaciales y de Defensa (ASD), la patronal europea del sector, en la que está integrada la Asociación Española de Fabricantes de Armamento y Material de Defensa y Seguridad (Afarmade) y cuyo secretario general sí asistió a la reunión. Lo cierto es que de la ASD forman también parte todas las compañías que sí fueron invitadas individualmente al encuentro, al que acudieron el vicepresidente de la AED, Hilmar Linnenkamp, y los consejeros delegados y directores generales de los astilleros DCN (Francia), Fincantieri (Italia), BAE Systems (Reino Unido) y Thyssenkrupp (Alemania); así como el del consorcio aeroespacial EADS, del que forma parte la compañía española CASA, y de otras compañías aeronáuticas y de equipamiento y tecnología militar como Dassault, Safran y Thales (Francia), Diehl y Rheinmetall DeTec (Alemania), Finmeccanica (Italia) y Rolls Royce (Reino Unido). Sin valoración Fuentes de la Secretaría de Estado de Defensa reconocieron ayer que ignoraban que la Comisión hubiera convocado a las principales empresas armamentísticas a una cumbre en Bruselas, aunque eludieron valorar la ausencia de la industria española. Según datos facilitados por el propio Ejecutivo comunitario, el sector de las tecnologías del armamento proporciona 770.000 puestos de trabajo directos en la Unión, con un volumen de negocio cercano a los 70.000 millones de euros anuales. Pese a esas cifras, el tamaño de los fabricantes europeos es relativamente pequeño en comparación con las grandes multinacionales estadounidenses: sólo 28 de las cien mayores empresas del mundo tienen su sede en países de la UE, y sólo 13 de ellas obtienen más del 50% de su facturación de las actividades relacionadas con la producción de material de defensa y seguridad.