El Simeón pasa a llamarse Banco Caixa Geral 11 años después de ser adquirido por Portugal
ECONOMÍA
El Banco Simeón, fundado en Vigo en 1850, ha pasado a ser desde ayer el Banco Caixa Geral, 11 años después de ser adquirido por la institución financiera Caixa Geral de Depósitos (CGD), cuyo accionista mayoritario es el Gobierno portugués. Los cambios en la identidad del banco gallego -aunque en Galicia no desaparecerá por completo- pretenden frenar los malos resultados cosechados por el Simeón (integrado también por el Banco de Extremadura y el Banco Luso Español) y resucitar un moribundo proyecto de banca generalista y empresarial, a pesar de que el Ejecutivo luso ha inyectado en 11 años casi 367 millones de euros en el desembarco y expansión de su modelo financiero en España. Dentro de este esquema, el viejo Simeón, ahora ya nuevo Banco Caixa Geral, es la punta de lanza del renovado proyecto de CGD en España, frustrado hace años por dos veces al no poder adquirir ni el Zaragozano ni el Atlántico. Así, hasta el 2008, la entidad prevé abrir un total de 32 oficinas, la mitad de ellas en la Comunidad de Madrid; y el resto en la cuenca mediterránea y Andalucía. Por su parte, Galicia, según su consejero delegado, Manuel López-Figueroa, no entra en los planes de Banco Geral hasta al menos el año 2008, ya que «dispone de momento de una buena red capilar». La nueva identidad corporativa puesta en marcha ayer, que supondrá al menos exteriormente la rotulación de todas las oficinas, no estará terminada hasta agosto. Para su sede central de Vigo se estudia, además, una reforma integral del edificio que la entidad ocupa en la milla de oro de la ciudad. Todos estos cambios no influirán en la sede social, que permanecerá en Vigo. Relanzamiento El relanzamiento de la imagen del antiguo Simeón viene precedido de una ampliación de capital por importe de 275 millones de euros, de los que se han desembolsado algo más de 192 millones, mientras que el resto del paquete se ejecutará dentro de un año. La entidad lusa ha tenido que capitalizar el banco gallego para poder afrontar la apertura de su red de oficinas, que pasará a ser de 300 en el 2010, frente a las 180 actuales; contratar a unas 80 profesionales y disponer de recursos para su política de préstamos hipotecarios.