El valor revelación del último año cayó ayer casi un 43% en medio de fuertes rumores de cambios accionariales
18 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.La que ha sido la estrella indiscutible de la Bolsa española en el último año, la inmobiliaria valenciana Astroc, sorprendió ayer al mercado con un descalabro de los que hacen historia. De una tacada, se dejó en el camino un 42,91% de su valor, lo que en términos de capitalización supone una merma de 2.367 millones de euros en un solo día. La avalancha de órdenes de venta fue tal que la cotización de la compañía estuvo paralizada (inmersa en la llamada subasta de volatilidad) durante siete horas (desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde); y la Sociedad de Bolsas se vio obligada a ampliar durante la mañana y en varias ocasiones el rango de fluctuación para que el valor pudiese cotizar. Detrás de este desplome se encuentran los rumores que apuntan a que un accionista de peso podría estar preparando su salida del capital de la compañía valenciana. En el núcleo duro figuran Caixa Galicia y Amancio Ortega, con participaciones del 5% cada una.? Auditoría El descalabro de la cotización de Astroc coincidió, además, con la noticia, publicada por el diario económico Cinco Días , de que el informe de auditoría de la firma recoge que ésta vendió en el 2006 sus sedes de Madrid, Mallorca y Valencia a su presidente y accionista mayoritario, Enrique Bañuelos, por 53,8 millones de euros, lo que contribuyó a mejorar la cuenta de resultados de la inmobiliaria. El documento refleja también que existen 12 planes de actuación en la Comunidad Valenciana que podrían estar expuestos a riesgos por el cambio de la ley urbanística de la autonomía. En cualquiera caso, y a requerimiento de la CNMV, el presidente de Astroc remitió ayer una nota al organismo regulador en el que asegura que la sociedad «no tiene conocimiento de ninguna información relevante que pueda afectar negativamente a la misma, sus actividades, sus operaciones o el marco regulatorio en el que opera». Astroc salió a Bolsa en mayo del 2006 a 6,4 euros por acción, y comenzó una fulgurante revalorización que la llevó a tocar máximos de 72,6 euros en febrero pasado. Ayer cerró a 25,98 euros. Además de contar con la presencia en su capital de importantes accionistas gallegos, la inmobiliaria valenciana tiene varios proyectos en Galicia, entre ellos, la construcción de un gran parque empresarial y de la futura sede central de la Corporación Caixa Galicia en A Coruña.