El espectacular hundimiento de Astroc Muchos expertos sostienen que el desplome de Astroc en pleno auge de la Bolsa es sólo el primer pinchazo en un sector, el inmobiliario, que los analistas consideran sobrevalorado. Auguran más sorpresas
21 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Estos días no pocos inversores han rememorado el fiasco que para miles de personas supuso el calentón y posterior desplome de Terra. El fantasma lo ha devuelto Astroc Mediterránea, una inmobiliaria que no funciona como una inmobiliaria, y que ha acostumbrado al parqué a subidas y bajadas descomunales y sin razón aparente. La compañía, propiedad al 51% de su presidente Enrique Bañuelos, y en la que están presentes importantes inversores, se ha dejado casi 6.000 millones de capitalización en poco más de un mes. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se ha dado aparentemente por satisfecha con la explicación de la firma, que asegura que no sucede nada anormal. El propio sector inmobiliario reconoce que está sobrevalorado y ya hay quienes hablan de la burbuja del ladrillo . Las puntocom dejaron un muy mal sabor de boca a los ahorradores. Muchos vieron su dinero evaporarse como humo y más de una familia se acuerda aún de las promesas de enormes ganancias lanzadas por algunos gurús. Y es que parecía que no podía fallar. Pero falló. Terra, la filial de Internet de Telefónica, salió al mercado a finales de 1999 a 11,81 euros por acción y en febrero de un año después, en plena euforia, se pagaba a 157 euros, un 1.230% más cara. En julio de 2005, la matriz la absorbió pagando a los accionistas con un canje de papelitos . Era el final de una era. En la actualidad, con la Bolsa en plena pujanza, las inmobiliarias y las constructoras son algunas de las empresas que más se revalorizan. Y entre éstas, una muy especial, Astroc, que ha llegado a ganar en menos de un año un 1.000%. Especial, entre otras cosas, por sus accionistas (Amancio Ortega, Caixa Galicia, Nozar, Rayet y Carmen Godia, vicepresidenta de Abertis). Y también porque nadie sabe muy bien a qué se dedica. No ya los ahorradores o los medios de comunicación, sino los propios analistas. Tiene un modelo de negocio muy sui géneris , pues no levanta casas ni cuenta con oficinas en alquiler, como el común de los mortales en el sector. Es más bien un intermediario. Un operador financiero. Un captador y gestor de suelos que vende proyectos cerrados a otros promotores para que ellos los desarrollen. Explicaciones La explicación a los desplomes de la cotización de Astroc hay que buscarla en la salida o los rumores de salida de uno de sus accionistas o de algún fondo de inversión. «Algo normal, cuando nadie sabe qué es lo que hay debajo y se prepara una ampliación de capital a la que es dudoso que quieran después del dinero que ya han ganado», señalan en el sector. El miércoles pasado, la firma se desplomó un 43%, hasta 25,98 euros por acción. En un solo día, la fortuna de Bañuelos se redujo en 1.600 millones. Pero es que aún así, Astroc sigue siendo rentable, pues debutó en Bolsa en mayo de 2006 a 6,4 euros. Sobrevaloración En un reciente informe de la consultora CB Richard Ellis, el 75% de los ejecutivos del sector reconocía que las inmobiliarias están sobrevaloradas en Bolsa. La atención se centra ahora, no tanto en las grandes (Metrovacesa, Colonial, Inmocaral), sino en otras como Montebalito, Ibesós, Aisa o Urbas. Mucho más pequeñas pero que han experimentado revalorizaciones notables. El «ladrillo» dará más sorpresas o, al menos, eso creen muchos expertos. Un despegue como el vivido el mercado inmobiliario, forjado a veces a golpe de pelotazo no puede mantenerse para siempre.