Reganosa, Saggas en Sagunto y BBG en Bilbao abren a la competencia el mercado del gas El ente regulador energético no oculta su propósito de gestionar toda la distribución
24 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Bahía de Bizkaia Gas (BBG) fue la empresa que abrió brecha en el mercado de la recepción, almacenamiento y transformación del gas natural licuado (GNL). La planta de BBG, ubicada en un extremo del puerto de Bilbao, recibió su primer gasero el 8 de agosto del 2003. Existían por entonces tres regasificadoras en funcionamiento en la Península, ubicadas en Huelva, Cartagena y Barcelona. Las tres factorías son propiedad de Enagás, una empresa antiguamente estatal que actúa como ente regulador del sector y que tiene entre sus objetivos adquirir las demás regasificadoras del país. Sin embargo, durante los últimos años se han dado más pasos encaminados a impedir un posible monopolio de la gestión del GNL con la aparición de las plantas de Sagunto (Saggas) y Mugardos (Reganosa). Ambas han sido impulsadas por las eléctricas, que utilizarán el gas en plantas de ciclo combinado, capaces de incrementar la producción eléctrica causando daños menores en la atmósfera que las centrales de carbón. Las nuevas plantas otorgan a las eléctricas una mayor independencia de la empresa hegemónica del sector, Enagás, a la que se ha adjudicado una regasificadora en el puerto de El Musel, en Gijón, que está proyectado que comience a funcionar en el año 2010. La planta asturiana será una competidora directa de Reganosa. Pero la pugna financiera ya comenzó hace meses. Entre otras maniobras, Enagás trató de impedir el acceso de Reganosa al mercado del interior peninsular, restringiendo sus posibilidades a suministrar los ciclos combinados gallegos. En medio de esa desigual batalla financiera, marcada por la posición hegemónica de Enagás, han sido también significativos los posicionamientos de determinados partidos políticos. Un ejemplo es Izquierda Unida, que critica la planta gallega mientras apoya la instalación de Gijón. Doble rasero de IU IU ha alentado y respaldado activamente las acciones del Comité Cidadán de Emerxencia de la Ría de Ferrol, que pretende el traslado de la planta de Mugardos amparándose en criterios de seguridad. Según argumentan, la fábrica está a menos de dos kilómetros de núcleos de población, lo que entraría en contradicción con el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (Raminp). La normativa data del año 1960 y no adapta la distancia hasta las viviendas a la cantidad o naturaleza de las sustancias peligrosas almacenadas. Ahora bien, la planta de Gijón también estará ubicada a menos de dos kilómetros de núcleos poblados, y los ecologistas están contra ella, pero IU la apoya y exalta los puestos de trabajo que generará y las posibilidades industriales que abrirá en la zona. Poblaciones próximas En realidad, la mayor parte de las regasificadoras españolas están a menos de dos kilómetros de núcleos poblados, como puede verse en las fotografías integradas en el gráfico. La de Barcelona está a menos de 350 metros de viviendas, en el puerto; la de Cartagena a 985 metros del núcleo de Escombreras, la de Bilbao a unos 1.250 metros del ayuntamiento de Ziérbena. Es más, la mayoría están ubicadas en zonas industriales con cientos de trabajadores y almacenes de sustancias peligrosas. Es paradigmático el caso de Barcelona, con la planta rodeada por empresas químicas, de fertilizantes y de derivados del petróleo, entre otras. En el extranjero hay situaciones similares. La regasificadora de Boston, en Estados Unidos, está a 850 metros de viviendas y los barcos pasan por un canal situado a 350 metros del casco urbano. El Arsenal de Brujas está a menos de 1,5 kilómetros de la planta, muy próxima también a la concurrida playa de Knokke Heist, y lo mismo se repite en Japón, donde están integradas en las ciudades.