Las piezas fabricadas en la planta de Coirós serán trasladadas por vía marítima a través del puerto de A Coruña
16 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Elaborados Metálicos (Emesa), una firma del grupo Isolux que tiene su sede en el municipio coruñés de Coirós, se ha hecho con un contrato para participar en la reconstrucción de la zona cero de Nueva York, quizás el proyecto arquitectónico con mayor carga simbólica de cuantos se están desarrollando en la actualidad a nivel mundial. La empresa gallega fabricará a lo largo de los próximos meses parte de la estructura metálica de la estación intermodal que el arquitecto valenciano Santiago Calatrava ha diseñado para el solar que ocupaban las Torres Gemelas, destruidas por Al Qaida el 11 de septiembre del 2001.
Calatrava ha proyectado una estación que reproduce en el exterior una suerte de pájaro figurado y que dará servicio en su interior a unos 250.000 neoyorquinos cada día, que accederán al recinto a través de líneas de metro y tren. Áreas comerciales y grandes espacios de tráfico peatonal completan un complejo que se encajonará entre la Torre de la Libertad y los edificios diseñados por Daniel Libeskind, las otras piezas arquitectónicas que integran el plan de reconstrucción de la zona cero .
Emesa ganó un concurso internacional en el que participaron otras ocho empresas, cuatro estadounidenses, dos españolas, una japonesa y una italiana. Este primer contrato, valorado en algo más de cinco millones de dólares, consistirá en el suministro de 730 toneladas de piezas para la estructura metálica de la estación que empezarán a fabricarse en breve en la planta de Coirós y que serán transportadas a Nueva York por vía marítima desde el puerto de A Coruña.
De acuerdo con las previsiones de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey (propietaria del World Trade Center), el año que viene se sacarán a concurso los otros dos contratos para suministrar el resto de la estructura metálica, que están valorados en algo más de 150 millones de euros -el coste global de la estación intermodal supera los 1.500 millones-. La dirección de Emesa está trabajando ya en sus nuevas ofertas para hacerse con estos dos paquetes que, de acabar en su cartera de adjudicaciones, consolidaría aún más a la firma gallega entre las más importantes del mundo en este segmento de negocio.
Nuevo desafío
Respecto a la complejidad del diseño de Calatrava, fuentes de la oficina técnica de la empresa gallega precisaron que las piezas que se van a suministrar representan un nuevo desafío para la compañía. «Ahora bien, este no es un proyecto más complejo que otros que hemos desarrollado en los últimos años, muchos de ellos con el propio Calatrava, de ahí nuestra confianza en que el trabajo va a ser de nuevo un éxito», explican.
Uno de los mayores atractivos del proyecto diseñado por Calatrava es la cúpula de la estación, formada por estructuras metálicas y grandes acristalamientos. Ésta se abrirá en dos -creando por tanto la sensación de una terminal al aire libre- cada verano y también cuando se celebren los actos de aniversario del 11-S. Precisamente, las singularidades de esta creación concentran buena parte de los retos técnicos que habrá de afrontar la compañía en este trabajo.
Emesa quiere entregar todas las piezas de este primer contrato en los primeros meses del 2008. De esa forma, en caso de que la filial de Isolux lograse los otros dos paquetes a concurso, tanto la oficina técnica como la unidad de producción podrían concentrarse en el suministro del siguiente bloque de estructuras.