Fenosa renunció el pasado año a construir varias minicentrales que tenía otorgadas y con las que pretendía producir 15 megavatios, pero la compañía va a edificar dos nuevas centrales al pie de las presas de Belesar y Os Peares, con las que generará 36 megavatios adicionales (un 9% más) a los 384 megavatios de potencia que posee en ambos saltos. Los proyectos, denominados Belesar 2 y Os Peares 2, ya han pasado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica, y ahora se someten a información pública.
La presa de Belesar, en Chantada, con una altura de 127 metros sobre el lecho del Miño y construida en 1963, dispone desde entonces de tres turbinas capaces de producir 225 megavatios. Fenosa quiere instalar otros dos grupos que van a ser ubicados en un antiguo túnel de acceso a la central en la margen derecha del río, una caverna de siete metros de altura hasta ahora utilizada como almacén. Estará a unos 220 metros aguas abajo de los desagües de fondo pero la captación de agua se obtendrá de los desagües de medio fondo de la imponente presa. El informe realizado por Soluziona señala que los intermedios presentan muchas fugas y se encuentran en mal estado, por lo que será necesario repararlos para abastecer a la nueva central. Durante las obras se construirá un acceso por el cauce del río, a restaurar cuando terminen.
Para Os Peares 2, se ubicará en un edificio independiente, en la margen derecha del río, aprovechando como superestructura un inmueble de oficinas existente en la central levantada en 1955, que será ampliado para dar cabida a la subestación. El agua que alimentará las dos nuevas turbinas llegará de los desagües de fondo -también en mal estado y a reparar-, dotándolos de tuberías y válvulas nuevas. Esta semana se han realizado trabajos de inspección de la pared de Belesar, descolgándose los técnicos desde la coronación de la presa. Las descargas serán aguas arriba de las actuales, lo cual, según el informe ambiental, será positivo para la vegetación, sometida ahora a «estrés hídrico».
Fenosa estima que las nuevas centrales hidroeléctricas producirán al año 178,3 gigavatios, lo que permitiría evitar unas emisiones que, traducidas a una central térmica de carbón, suman 188.667 toneladas de CO2, 532 de dióxido de nitrógeno y 230 de dióxido de azufre.