Los clientes-cero figuraban con una inversión superior a los 3.700 millones de pesetas (22,23 millones de euros).
15 oct 2007 . Actualizado a las 18:04 h.El supervisor de la CNMV Luis Peigneux reveló hoy que el organismo conocía en 1997 que había 99 clientes con patrimonio cero que, sin embargo, figuraban en Gescartera con una inversión superior a los 3.700 millones de pesetas (22,23 millones de euros).
En su declaración como testigo, el funcionario de la CNMV explicó a fiscal que, a diciembre de 1998, detectaron un «descuadre» de 4.500 millones de pesetas (27,04 millones de euros), después de constatar que varios clientes, en una circularización de la CNMV, daban respuestas «vagas» y los responsables de Gescartera ofrecían explicaciones sin «lógica» ni «coherencia».
«Tan pronto (en Gescartera) nos decían que era un saldo real como que señalaban que era comprometido; nos decían una cosa y la contraria», se quejó Peigneux, quien escribió el informe-borrador que Peigneux presentó al consejo del organismo para estudiar la intervención de Gescartera o medidas cautelares contra esta sociedad.
Además, resaltó Peigneux, en algunos casos como el del Arzobispado de Valladolid «no sabían si (el saldo) era 31 ó 1.031» millones de pesetas, «cosa que ni yo logro todavía entender ocho años después».
«Intentamos confirmar una serie de saldos por 5.000 millones de pesetas que nos da Gescartera con el saldo en efectivo, encontramos 1.000 millones, y vemos que hay un desfase de 4.000 millones de pesetas; y que el Arzobispado de Valladolid tiene un descuadre de 1.000 millones», relató el supervisor de la CNMV.
«Jamás supimos cuánto había aportado este cliente», pero sí -aclaró Peigneux- que había un cheque de Gescartera a favor del Arzobispado de Valladolid por más de 1.104 millones de pesetas (6,63 millones de euros).
Además de estos problemas de «arbitrariedad en el proceso de desglose del patrimonio de los gestionados», la CNMV detectó también una «elevada operativa intradía» y «operaciones por encima del patrimonio gestionado», en la que se «se asigna a los clientes en bolsa más del patrimonio que pudiesen estar en el futuro».
Incluso, recordó Peigneux, «había clientes con patrimonio cero, a los que, sin patrimonio se le asignaba compras y ventas».
También Peigneux reveló que, desde la asesoría jurídica, se les bloqueó una segunda circularización a los clientes para tener más datos del desfase patrimonial y un requerimiento de información a Gescartera, antes de que, en julio de 1999, pasasen el «dossier» de la investigación al jefe de la Unidad de Vigilancia de Mercados (UVM), Antonio Botella.
En esta fecha, según Peigneux, «más de 4.000 millones de pesetas no aparecían en ningún lado» y, como en el 2000, «algún compañero (de la CNMV) me dijo que había aparecido ese dinero a través de una sociedad en el extranjero».