El consejo de administración de Renfe ha dado luz verde a la creación de Irvia, una compañía de mantenimiento de trenes creada por el operador público junto a Alstom en la que la francesa controlará el 51% del capital, aunque los puestos en el órgano de gobierno se repartirán entre ambas.
El grueso del trabajo de Irvia se desarrollará en los talleres de Renfe de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. La compañía presidida por José Salgueiro ha firmado con el Banco Europeo de Inversiones un préstamo de 530 millones de euros que servirán para financiar 140 trenes de cercanías, así como la instalación de 412 equipos avanzados de telecomunicaciones en su parque móvil.
Irvia supone un paso más en la estrategia iniciada por Renfe hace algo más de un año de crear empresas conjuntas de mantenimiento con todos los fabricantes de trenes a los que adjudica contratos para la construcción de convoyes. En esta línea, ya son una realidad Nertus (con Siemens), Erion (Vossloh), Actren (CAF), Btren (Bombadier) y Albatros Alcázar, con la Corporación Alcázar. El objetivo es dar aliento a su división de talleres (Integria), que viene de atravesar momentos difíciles, y asegurarle carga de trabajo suficiente.
La actividad de Irvia se centrará, en principio, en el mantenimiento de 80 trenes modulares Civia para los servicios de cercanías, 10 composiciones de Alaris para larga y media distancia, así como en la reparación de elementos de electrónica y control de material ferroviario creado por Alstom. La noticia no ha sido bien acogida desde algunos sindicatos. El más crítico ha sido CGT, que ha dicho que con su política, Renfe está privatizando sus talleres.
Salgueiro suscribió un préstamo con el BEI que se dividirá en dos líneas de crédito. Una primera de 340 millones, de disposición inmediata, y una segunda de 190 millones, que recibirá el próximo año.