La Fiscalía Anticorrupción elevó ayer a definitivas sus conclusiones en el juicio del caso Gescartera, y la mayor novedad se corresponde con la responsabilidad civil de los imputados, que de manera «alternativa» podría duplicarse hasta acercarse a los 94,2 millones de euros frente a los 50 millones en que los peritos del Banco de España cifraron el agujero de la agencia de valores.
Los otros cambios consisten en la exculpación de Laura García Morey, ex empleada del departamento de inversiones de Gescartera y esposa de Antonio Camacho, quien fue dueño de la polémica agencia y ahora principal imputado, así como de Ángeles Leis, ex contable de la sociedad. No obstante, varias acusaciones particulares aún mantienen sus peticiones de condena para ambas, de entre 15 y 6 años de cárcel, por un presunto delito de apropiación indebida.
La otra mujer acusada es Pilar Giménez Reyna, ex presidenta de Gescartera y hermana del que fue secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez Reyna, quien tuvo que dimitir por este caso. El fiscal mantiene la pena reclamada para ella (8 años) al no creerse su argumento exculpatorio -habría sido una «mujer objeto» y un «simple florero» al servicio de Camacho- que, por el contrario, sí parece haber convencido a bastantes acusaciones para rebajar sus peticiones.
Los que se quedan como estaban -siempre a la espera del veredicto final que dicte la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que podría conocerse en enero próximo- son los tres principales acusados, para quienes la Fiscalía solicita 11 años de cárcel (alguna acusación particular llega a duplicar esta pena). Se trata del citado Antonio Camacho; José María Ruiz de la Serna, su mano derecha en Gescartera; y Aníbal Sardón, principal comercial de la agencia. Según el representante del Ministerio Público, Vicente González-Mota, este trío actuaba de manera «coordinada» para engañar a los clientes de la empresa a la hora de informales sobre el destino de sus ahorros.
Los cálculos del fiscal, refrendados por el informe del Banco de España, apuntan que entre los tres -solo Camacho dispuso para «interés propio» de 7 millones- detrajeron más de una cuarta parte de las inversiones «netas» hechas por sus 4.000 clientes, unos 18 millones de euros sobre un total de 69,71 millones. Sin embargo, los últimos saldos presentados por la propia agencia elevaban dichas aportaciones hasta los 94 millones.