Muy optimista respecto al futuro del banco, y realista sobre la situación de la economía española. Así se mostró Emilio Botín, presidente del grupo Santander, que en el 2007 alcanzó un beneficio histórico superior a los 9.000 millones de euros, superior en un 19% al del ejercicio anterior, y que lo sitúa en el quinto puesto entre los bancos del mundo por ganancias. En la Bolsa, la acción de la entidad cerró plana, en una jornada en la que el Ibex 35 volvió a retroceder (un 1,13%).
Sin impacto en sus cuentas de las hipotecas basura , el Santander no cambia un ápice su previsión para este año y el próximo: tal y como anunció el pasado septiembre, el beneficio por acción crecerá a una tasa del 15% anual. Y el banco se propone distanciarse cada año cinco puntos de sus competidores. «Ningún escenario nos lleva a cambiar», declaró, tajante, el presidente. Y destacó el compromiso de reparto de dividendos. El Santander lleva tres años consecutivos incrementándolo en un 25% cada ejercicio. Con cargo a las cuentas del 2007 abonará 0,65 euros por título a sus 2,5 millones de accionistas.
De los resultados, el presidente destacó las aportaciones del británico Abbey, que contribuyó con 1.200 millones de euros, y de Latinoamérica, con 3.638 millones. Sin plusvalías, el beneficio se elevó a 8.111 millones de euros, un 23% más. No había ningún impacto oculto de la crisis de las hipotecas basura norteamericanas en las cuentas del mayor grupo bancario español. «Nosotros no tenemos esas cosas raras que en esta casa ni siquiera las entendemos», dijo Botín, en referencia al negocio con productos derivados que ha provocado la crisis financiera ?internacional.
Los 737 millones aplicados al saneamiento de la participación del banco en el estadounidense Sovereign corresponden a un ajuste del valor del paquete del 25% por efecto del fondo de comercio, explicó el consejero delegado, Alfredo Sáenz. La nueva situación de la economía norteamericana ha llevado al banco a actuar con cautela, reconoció Botín. El grupo tampoco está dispuesto a salir de compras, salvo que se presenten «auténticas gangas». Botín confesó que estaría dispuesto a aprovechar una oportunidad que surgiera a buen precio, sobre todo en México.