La mayoría de los empresarios y altos directivos de las compañías españolas ?-cotizadas en Bolsa o no- están convencidos de la importancia -para la sociedad en su conjunto y para el fortalecimiento del mundo empresarial- de contar con códigos de ética fuertemente arraigados y sistemáticamente aplicados en las firmas. Así se desprende de un sondeo de opinión elaborado por Metrocospia para el Foro de Reflexión sobre Ética y Valores en la Empresa, auspiciado por la Fundación Entreculturas y la Universidad Pontificia de Comillas.? De acuerdo con este trabajo, ocho de cada diez propietarios o primeros ejecutivos de las sociedades españolas consideran estos principios como algo «innegociable», aun cuando su aplicación pueda suponer un coste para la empresa o, incluso, una reducción del beneficio. Además, aseguran que deben imperar en todos los estamentos de las compañías, y que estas tienen que asumir un papel protagonista en la difusión de esos valores a toda la sociedad.
Solidez y rentabilidad
Es más, creen que una ciudadanía no puede tener niveles éticos elevados si su sistema empresarial carece de ellos. En definitiva, consideran que no se trata tanto de que las firmas deban o no ajustar su actuación a unas pautas de este tipo como de que en realidad el hacerlo redunda en su propio interés. En su opinión, a la larga las empresas que actúan siempre según esos criterios son las que terminan siendo más sólidas y rentables.
Los participantes en la encuesta admiten que la aplicación de los códigos es relativamente sencilla en el seno de las firmas (entre los empleados, directivos, accionistas...), pero que otra cosa distinta es el mantenimiento de esos valores en la actuación con las empresas de la competencia o con los proveedores.
En términos generales, los empresarios estiman que en lo referido a comportamientos y conductas éticas, el mundo de los profesionales y las compañías están prácticamente al mismo nivel que la sociedad en su conjunto, y muy por encima de la política.
Honestidad y transparencia
Por ética empresarial, los encuestados entienden básicamente un conjunto de actitudes relacionadas con la honestidad y la transparencia, en un contexto de buenas relaciones basadas en el respeto y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. De hecho, el 88% de los empresarios y directivos contactados creen que es un concepto que va más allá de la responsabilidad social corporativa (RSC).; frente al 12% restante, que consideran que ambos términos son prácticamente sinónimos.