El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció ayer la nacionalización de «toda la industria del cemento» en el país, en respuesta a la supuesta actitud de ese sector, que según mantiene el mandatario, exporta la mayoría de su producción en detrimento de los planes oficiales de vivienda. Chávez ha ordenado a su vicepresidente, Ramón Carrizales, que se comunique inmediatamente con los «señores del cemento» para informarles de la decisión oficial de comprarles sus empresas, sin citar a ninguna en particular. El presidente advirtió que «las grandes fábricas fueron privatizadas por el capitalismo».
El grupo mexicano Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela. Posee tres plantas con una capacidad de producción de 4,6 millones de toneladas al año y genera empleos directos e indirectos para unas 3.000 personas, además de controlar el 52% del mercado. Desde la empresa precisaron en un comunicado que hasta el momento no habían recibido información oficial del Gobierno venezolano sobre una posible nacionalización de la industria.
Contactos
No obstante, señalaron que la Administración mexicana se ha puesto en contacto con ellos para informarles de que harán todo lo posible para proteger los intereses de la compañía y manifestaron que «Cemex Venezuela continúa con sus actividades habituales mientras se aclara esta situación».
El Ejecutivo de México convocará al embajador de Venezuela en el país, Roy Chaderton, «para conocer el alcance y naturaleza de las declaraciones del presidente Hugo Chávez». La Secretaría de Relaciones Exteriores aseguró que hará todo lo que esté a su alcance «para proteger los intereses legítimos de las empresas mexicanas en el exterior».
Repercusión en Europa
El mensaje lanzado desde el país caribeño ha despertado la alarma en Europa, donde el Gobierno francés se apresuró a señalar que esperan «precisiones» del anuncio hecho por Hugo Chávez, ya que podría afectar al grupo Lafarge, que junto a la suiza Holcim, controlan un 50% de la producción del país (un 25% cada una).
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Pascale Andréani, señaló que están a la espera de conocer más detalles «sobre las declaraciones y sobre lo que ha dicho el Gobierno venezolano» para poder pronunciarse. Mientras que México y Francia han anunciado que pedirán explicaciones sobre el alcance de la medida, el grupo suizo, por su parte, indicó que no es la primera vez que se realiza un anuncio así.
Chávez se queja de que las empresas cementeras no atienden a la demanda local y prefieren exportar su producción. Advirtió, además, que «si los ricos quieren hacer sus casas, pueden hacerlas, pero que respeten a los demás».