La debilidad de la divisa estadounidense y problemas de suministro catapultan al crudo hasta un nuevo récord
ECONOMÍA
La extrema debilidad del dólar se dejó notar también ayer en el mercado internacional del petróleo, donde las cotizaciones rubricaron nuevos máximos históricos. En Londres, el barril de crudo brent -la referencia en Europa- alcanzó los 116,75 dólares, algo nunca visto desde que comenzó a funcionar este mercado en junio de 1988. Y en Nueva York, el west texas -el referente para Estados Unidos- se colocó a un paso de los 120 dólares: llegó a pagarse a 119,90.
La caída del dólar abarata las inversiones en materias primas como el crudo, cuyas transacciones internacionales se abonan en esta divisa.
Detrás de este nuevo tirón de los precios del oro negro subyacen también problemas puntuales en el suministro, que si bien no son excesivamente preocupantes generan cierta intranquilidad en el mercado. Así, el gigante angloholandés Shell ha anunciado un descenso en su producción diaria de 169.000 barriles como consecuencia de los actos de sabotaje perpetrados por los rebeldes contra sus instalaciones en el sur de Nigeria, principal productor africano de crudo.
Conflictos laborales
Además, los inversores están preocupados por los riesgos asociados a la huelga que afecta a la refinería escocesa de Grangemouth y los conflictos laborales que están afectando al mayor centro petrolero de Francia, Fos-Lavera, en el puerto mediterráneo de Marsella.
En este contexto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunció ayer, en el marco del undécimo Foro Internacional de la Energía celebrado en Roma, que planea elevar en cinco millones de barriles diarios su capacidad de producción de aquí al 2012. Así lo anunció el secretario general del cartel, Abdalá Salem El-Badri, quien matizó que para llevar a cabo este aumento, la organización necesita «tener claro cómo evolucionará la demanda», ya que estos planes requerirán una inversión de entre entre 150.000 y 160.000 millones de dólares. Otros escenarios apuntan a que serán necesarios nueve millones más de barriles diarios, para lo que se requeriría medio billón de dólares.
Conclusiones
La principal conclusión a la que han llegado los países exportadores y consumidores de petróleo tras tres días de maratonianas reuniones en la capital italiana es que los productores no pueden detener el repunte que ha llevado las cotizaciones cerca de los 120 dólares y que el mundo tendrá que vivir con precios incluso más altos si quiere garantizarse el suministro.