Los analistas ya habían anunciado que no tardaría en caer y así ha sido: el brent ?-el crudo de referencia en Europa- franqueó ayer en Londres la barrera de los 120 dólares por barril y estableció un nuevo récord histórico a las puertas de los 121 tras llegar a pagarse a 120,99. Mientras tanto en Nueva York, el west texas -la referencia en Estados Unidos- superaba los 122 y fijaba un nuevo techo en 122,73 dólares.
El carburante para la escalada corrió a cargo del mismo factor que impulsó las cotizaciones en la jornada precedente: el miedo a interrupciones en el suministro. Unos temores que se concentran en básicamente en Nigeria e Irán. El pasado domingo, miembros del Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) atacaron instalaciones petrolíferas del grupo angloholandés Shell en el sur de Nigeria. Desde hace un año, y como consecuencia de la inseguridad reinante en el país africano, el octavo exportador mundial de crudo solo produce algo más de dos millones de barriles de petróleo al día, cifra que está un 25% por debajo de su bombeo habitual.
Irán
A esta realidad se suma el temor a que Irán acabe utilizando su petróleo como un arma de negociación en las discusiones sobre su controvertido programa nuclear. El país islámico es el segundo peso pesado de la OPEP.? A la posibilidad de perturbaciones en el lado de la oferta, se han sumado en los últimos días las expectativas de una mayor demanda por parte de Estados Unidos, a la vista de que los últimos datos macroeconómicos publicados al otro lado del Atlántico parecen indicar que la primera potencia del mundo está capeando el temporal mejor de lo previsto inicialmente.
A todo lo anterior se añade un factor de sobra ya conocido por los habituales del mercado del crudo: la debilidad de la divisa estadounidense, que impulsa las apuestas de los inversores por las materias primas que se comercian en dólares.
Revalorización
Con todo, en lo que va de año, el barril de brent se ha encarecido un 30%, una escalada que ha dinamitado todas las previsiones de inflación y que amenaza con retrasar la salida de la economía mundial del túnel de la desaceleración.
Hace tan solo un año, en mayo del 2007 el brent se pagaba a la mitad de precio que hoy. Y lo peor es que los analistas dan por seguro que la escalada continuará en los próximos meses. De hecho, prácticamente todos los expertos aseguran que la era del crudo barato se ha acabado y que hay que los países consumidores deben acostumbrarse a ver el precio del barril, como poco, en el entorno de los cien dólares.