La planta de producción de pasta de papel que el grupo Ence tiene en funcionamiento en Pontevedra desde 1963 vierte cada día a la ría el equivalente a 290.000 barriles de 159 litros cada uno. En ese volumen -que es conducido bajo el mar por un emisario a 2,7 kilómetros de distancia de la factoría- disipan en el agua ?- a través de 87 boquillas- un total de 14.443 kilos de diferentes residuos contaminantes. Estos se generan en la producción, blanqueo y tratamiento de la madera y la celulosa que gestiona esa industria.
Dicha cantidad es la máxima autorizada legalmente al día a la factoría ubicada en Lourizán, aunque la empresa tiene permiso para superar puntualmente dichos límites, siempre y cuando sean compensados con recortes equivalentes a lo largo del mismo mes.
En todo caso, son 5.271 las toneladas de residuos que a lo largo del año puede verter Ence a la ría de Pontevedra, cifra impuesta como tope por la Xunta después de que el grupo pastero realizase entre 1988 y 1992 su primer plan estratégico de producción y reducción de la contaminación y repitiese en el 2006 nuevas mejoras, como una planta de tratamiento biológico o el acondicionamiento del entorno de las balsas de seguridad. Hasta ese momento Ence vertía diariamente 80.0000 metros cúbicos a la ría, frente a los 46.400 autorizados en la actualidad.
Las cantidades difieren según el posicionamiento de los interlocutores respecto a la continuidad de la planta en la ubicación elegida a finales de los años cincuenta. El grupo pastero insiste en su completa adaptación a la normativa vigente. Grupos sociales, colectivos profesionales pesqueros, asociaciones ecologistas y 6.265 particulares mantienen lo contrario con las alegaciones presentadas el pasado mes de marzo contra la Autorización Ambiental Integrada que la Consellería de Medio Ambiente acaba de conceder a Ence para que siga funcionando, al menos hasta finales del 2011. El complejo cuenta sin embargo con una concesión administrativa para explotar hasta el 2018 la parcela de 376.251 metros cuadrados que ocupa entre Pontevedra, Marín y Poio.
Condenados por contaminar
Pero Ence ya admitió en el 2002 que su producción contamina. Así lo reconocieron los seis directivos que fueron condenados a seis meses de arresto y al pago de 433.000 euros de multa por haber incumplido la normativa de vertidos híbridos y atmosféricos hasta 1994. Y ello, pese a que dos años antes había sido rematado su plan de choque contra la emisión de vertidos y olores.
Los grupos sociales que se oponen a la continuidad del complejo pastero aseguran que esa contaminación, aunque menor, se sigue produciendo y contraviniendo las leyes autonómicas.
Discrepancias
Antón Masa, líder de la mayor corriente contra celulosas desde hace 25 años, asegura que la Lei de Protección da Calidade das Augas das Rías marca claramente que los niveles de vertidos contaminantes se miden en el punto de salida de las industrias, no al final de emisarios o conducciones, donde se entiende que llegan diluidas. «Se están a facer medicións irreais, con datos que cambiarían radicalmente si se fixeran a pe de fábrica», dice el biólogo y líder de la asociación APDR.
La propia documentación utilizada por la Xunta para conceder la reciente autorización lo expresa claramente: «a mostraxe das augas selecciónanse no punto de saída da condución do vertido, na superficie das augas e en dous puntos sobre a liña de costa a ambos lados da condución e a 50 metros de distancia».
Tipos de vertidos
¿Y qué sale por dicho emisario? Además del agua que se depura tras ser utilizada en el proceso de producción de pasta de papel, como máximo pueden salir al día 2.250 kilos de sólidos en suspensión (todo tipo de residuos); hasta 9.000 kilos de productos que producen químicamente demanda de oxígeno en el agua; otros 2.250 kilos de sustancias biológicas, que conllevan el mismo proceso que lo anterior, además de 108 kilos de fósforo, 810 de nitrógeno amoniacal y 25 de organohalojenados.
Estas cantidades, autorizadas legalmente, han hecho según los pescadores y vecinos de la planta que la ría «está no seu fondo atrofiada». Sustancias como el mercurio están también presentes en las aguas, aunque según constató el Instituto Geominero de España en 1998, en cantidades mínimas. La ley establece que dicho compuesto, como ocurre con el plomo o el arsénico entre otros, solo se admitirá en los vertidos que se produzcan como consecuencia del arrastre inevitable de esos materiales contenidos en las materias primas usadas. Vecinos, científicos, pescadores y ecologistas desconfían de esa presencia, «na madeira non van», señalan.
En todo caso, Ence ha dejado de utilizar el cloro para blanquear la pasta, compuesto delicado en su utilización, pero que aún fabrica en Elnosa.