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La banca se desmorona y hunde el Ibex a niveles de hace casi dos años

ECONOMÍA

Goldman desata las ventas al afirmar que la crisis seguirá haciendo estragos en las cuentas de las entidades

27 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Jornada para el olvido la vivida ayer en la Bolsa española, que sufrió una caída del 2,96%, la mayor desde el pasado 5 de febrero y la quinta más importante del ejercicio. Un descalabro que hunde al Ibex en los niveles más bajos desde septiembre del 2006. Cerró en 12.077,7, nuevo mínimo anual.

Las advertencias de analistas de la talla de Goldman Sachs de que la crisis de las subprime seguirá haciendo estragos en las cuentas de los grandes bancos estadounidenses, el desplome sin paliativos (cayó más de un 19%) del grupo bancario y de seguros belgaholandés Fortis tras anunciar una ampliación de capital y la supresión del dividendo, las dudas sobre la liquidez de General Motors (sembradas también por un informe de Goldman Sachs y que hundieron la cotización del gigante automovilístico en niveles que no se recordaban desde hace más de 50 años), y un nueva galopada del petróleo dieron rienda suelta a las ventas en los parqués de uno y otro lado del Atlántico.

La tormenta golpeó con especial virulencia sobre la banca. Entre las entidades que forman parte del Ibex el pleno bajista deparó caídas superiores al 5% para Bankinter y el Banco Popular, del 4,32% para el BBVA, del 3,88% para Banesto, del 3,21% para el Sabadell y del 3,04% para el Santander.

En el caso del Pastor, el descenso fue más moderado, del 1,53%.

Las constructoras también sufrieron lo suyo. El correctivo borró los efectos de la subida del 7,1% cosechada la víspera por Ferrovial, que se dejó en el camino un 6%. FCC, ACS, Sacyr y Acciona compartieron recortes superiores al 4%.

Dos excepciones

Solo dos valores del Ibex se salvaron de la quema: Iberdrola Renovables, que subió un 1,48% y Red Eléctrica, que se anotó un ínfimo 0,02%.

El panorama no fue muy distinto en el resto de las principales plazas del Viejo Continente: Londres retrocedió un 2,61%, París bajó un 2,43% y Fráncfort sufrió un descalabro del 2,39%.

La puntilla a una jornada nefasta la puso el presidente de la OPEP, Chakib Khelil, que lanzó un aviso a navegantes: «Es probable que el precio del petróleo cotice este verano entre los 150 y los 170 dólares». Y eso siempre que no se produzca ningún grave conflicto político internacional, porque si llega ese caso el barril podría llegar a los «200, 300 o 400 dólares».

En una entrevista con la cadena gala de televisión France 24, Khelil se refirió expresamente al pulso que mantienen las grandes potencias de Occidente con Irán. Si como consecuencia de este enfrentamiento la producción de crudo del país islámico se viera interrumpida, la situación se haría insostenible porque «no hay ningún país en el mundo que pueda sustituirlo». Irán bombea cuatro millones de barriles diarios, y el presidente de la OPEP advirtió de que el resto del cartel «no tiene en estos momentos capacidad» para poner en el mercado una cantidad similar como sí hizo hace cinco años cuando Venezuela dejó de extraer tres millones de barriles diarios.

Como no podía ser de otra manera, las palabras de Khelil tuvieron eco en el mercado del oro negro, donde los precios superaron por primera vez en la historia la barrera de los 140 dólares. En Londres, el barril de brent llegó a pagarse a 140,56 y en Nueva York, el west texas -el crudo de referencia en Estados Unidos- alcanzó los 140,05 en el transcurso de otra jornada de alta tensión.