Trichet habló y el Ibex lo pagó caro. El presidente del Banco Central Europeo se ajustó al guión y mantuvo los tipos de interés en el 4,25%, pero recrudeció su mensaje: se mantiene imperturbable ante los múltiples signos de ralentización económica -y eso que calcula que la economía de los socios del euro crecerá este año un 1,4%, frente al 1,8% de su anterior pronóstico- y solo tiene ojos para la inflación, que acabará el ejercicio en el 3,5%, una décima por encima de la última predicción.
El mercado esperaba un mensaje mucho más flexible y menos conservador y, sobre todo, que dejara una rendija a la esperanza de un recorte del precio oficial del dinero, pero lo que recibió fue un jarro de agua fría: «Enfatizamos que mantener la estabilidad de precios a medio plazo es nuestro principal objetivo», dijo Trichet.
Después de eso, ya no hubo nada que hacer. Rota la ilusión de tipos más bajos que contribuyan a sacar a la economía del bache y, por extensión, a las bolsas, las ventas tomaron las riendas del mercado. Quedaba la esperanza de que Wall Street amortiguara la caída de las plazas del Viejo Continente, pero no pudo ser: Nueva York abrió sus puertas con una caída inicial del 2%, arrastrada por las desalentadoras cifras de empleo y ventas minoristas.
Al final, el Ibex pagó las palabras del presidente del BCE con una caída del 3,11%, la mayor en siete meses -desde el descalabro del 5,19% que sufrió el pasado 5 de febrero- y la quinta más abultada del ejercicio. Solo dos de los 35 valores que componen el principal indicador de la Bolsa española se salvaron de la quema -Técnicas Reunidas y Unión Fenosa, ambas con avances muy inferiores al 1%- y la peor parte se la llevaron, como suele ser habitual desde que comenzó la crisis, constructoras y bancos. La caída más importante la protagonizó Acciona, cuyos títulos se dejaron en el camino un 5,86%. El retroceso de FCC también superó la barrera del 5%. En el sector financiero, Bankinter perdió el 5,29%; el Banco Popular, el 4,72%; el Santander, el 4,03% y BBVA, el 3,04%.
La nueva fase de ebullición que vive el sector energético no evitó en esta ocasión que la inmensa mayoría de las empresas que forman parte de él cerraran con pérdidas. Endesa retrocedió el 1,76%, mientras que Gas Natural -en plena tramitación de su compra de la eléctrica Unión Fenosa- perdió el 1,2%. La petrolera Repsol YPF cedió el 1,83%, y la operadora de telecomunicaciones Telefónica se dejó el 2,14%.
Con todo, la española no fue la única plaza del Viejo Continente donde se congelaron los ánimos tras el discurso de Trichet. París retrocedió un 3,22%, Fráncfort retrocedió un 2,91% y Londres acabó con un recorte del 2,5%.
El euro, en mínimos
El euro fue el otro gran damnificado por el discurso del guardián de la política monetaria europea. La moneda única llegó a pagarse ayer en Fráncfort a 1,4326, el nivel más bajo de los últimos ocho meses, desde el pasado 21 de diciembre.