Con más detalles del macroplán anticrisis de Estados Unidos sobre las mesas de operaciones y después de haber tenido un fin de semana para reflexionar, parece que las bolsas no confían en la efectividad del programa diseñado por el Gobierno de Bush para hacer frente a la crisis. Al menos eso es lo que se desprende de los resultados cosechados ayer por los principales mercados del mundo, incluida Wall Street. En el caso del Ibex 35, el descenso fue del 1,98%.
A priori, un recorte de esta cuantía no debería de ser preocupante, sobre todo después de que el indicador cosechara el viernes la mayor subida de su historia, del 8,71%. Pero, si se tiene en cuenta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió ayer seguir la estela de los reguladores de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, Taiwán y Australia, y acordó estrechar el cerco sobre las ventas al descubierto en la Bolsa española, el descenso adquiere tintes más preocupantes. Y es que esta medida hace que el mercado esté claramente sesgado al alza (para cerrar las posiciones no hay más remedio que comprar).
El organismo regulador advirtió sobre posibles conductas de «abuso de mercado», y anunció que será obligatorio declarar todas las posiciones de este tipo que superen el 0,25% del capital en un total de 20 entidades financieras (Banco de Andalucía, Banco de Castilla, Banco de Crédito Balear, Banco de Galicia, Banco Guipuzcoano, Banco Pastor, Banco Popular Español, Banco Sabadell, Banco Santander, Banco de Valencia, Banco de Vasconia, Banesto, Bankinter, BBVA, CAM, Grupo Catalana Occidente, Mapfre, Inverfiatc, BME y Renta 4).
Los bancos fueron precisamente los que más sufrieron la presión de las ventas. Así, el Sabadell se llevó ayer la peor parte en una jornada en la que el miedo pudo al optimismo desbordado del viernes. Cayó un 7,6%.