El Ibex sufre la segunda mayor caída de su historia por el temor a que el país austral suspenda pagos
23 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Por si no había suficientes motivos de preocupación con la crisis financiera internacional y los graves efectos de esta sobre la economía mundial, Argentina abrió el martes la caja de los truenos con su decisión de nacionalizar los fondos privados de pensiones y trasladar su patrimonio al sistema estatal. Una medida que los analistas interpretan como un signo inequívoco de las dificultades de financiación que atraviesa el país austral -ahogado ahora por el abaratamiento del petróleo y de la soja, dos de sus principales fuentes de ingresos- y que ha acabado por resucitar al temido fantasma de la suspensión de pagos. El temor a que la crisis se extienda a Latinoamérica lleva semanas planeando sobre las mesas de operaciones y la decisión de Cristina Fernández de Kirchner no ha hecho sino apuntalarlo. Como también lo ha hecho la autorización otorgada por el Gobierno brasileño al Banco de Brasil y a la Caixa Económica Federal, las dos mayores entidades comerciales en manos del Estado, a comprar acciones y participaciones en instituciones financieras privadas con sede en el país.
Abocada al desastre
Con esta espada de Damocles sobre su cabeza, la Bolsa española, cuyos pesos pesados obtienen buena parte de los beneficios en esta región del planeta, se vio abocada ayer al desastre. Tanto es así que recibió un varapalo del 8,16%, el segundo mayor de su historia, y dijo adiós a los 9.000 puntos. Cerró en 8.995,3, niveles que no se recordaban desde abril del 2005. Como no podía ser de otra forma, la peor parte se la llevaron las firmas más expuestas a Argentina. Repsol, Santander, BBVA y Telefónica protagonizaron cuatro de las seis mayores caídas dentro del Ibex. En el caso del banco que preside Francisco González, directamente afectado por la decisión del Ejecutivo argentino ?-controla Consolidar, la tercera mayor administradora de fondos de jubilación y pensiones (AFJP) del país-, el retroceso fue del 9,1%. El Santander bajó un 9,91%; y Repsol, la friolera del 15,75% (en este caso, al varapalo de Argentina se sumó la caída en picado del petróleo), el mayor descenso de su historia como empresa cotizada. Tras el cierre de la Bolsa, la petrolera informó de una reunión mantenida con el ministro argentino de Planificación Federal, Julio de Vido, quien garantizó a las compañías «seguridad jurídica», y aseguró que, en particular, YPF no tiene de qué preocuparse porque el Gobierno conoce al detalle sus planes de negocio e inversiones y los considera «adecuados» a las necesidades del país. Telefónica, por su parte, se dejó un 8,83%.
No le fueron mucho mejor las cosas a la Bolsa de Buenos Aires, que tras el varapalo de casi el 11% sufrido el martes, ayer abrió sus puertas con un desplome de más del 16%.
La jornada tampoco fue precisamente un fiesta para el resto de las plazas del Viejo Continente, en las que los retrocesos de Wall Street hicieron mucho daño. En cualquier caso, los descalabros resultaron inferiores al español. Londres y Fráncfort bajaron un 4,46% cada una, y París retrocedió un 5,10%.
Euro y crudo, en picado
Mientras tanto, el euro caía ayer hasta los niveles más bajos de los últimos dos años, por debajo de 1,3 dólares. El petróleo llegó a pagarse a menos de 65 dólares -mínimo en 17 meses-, mientras los inversores manejan ya un recorte de la producción de la OPEP de dos millones de barriles en la reunión de mañana. El euríbor bajó al 5,079%. ?