Varios ganaderos de las comarcas lucenses de Sarria y Terra Chá y de la pontevedresa del Deza han recibido en los últimos días varias comunicaciones de la empresa Leche Celta en las que se les reclaman distintas cantidades económicas en concepto de pago por la supertasa -producción por encima de la cuota láctea asignada- de la campaña 1995-1996.
Tal y como denuncia el sindicato Xóvenes Agricultores (XX.?AA.), las cantidades requeridas a los productores superan en algunos casos los 7.000 euros, en los que los intereses de demora correspondientes a los últimos 14 años suponen una parte muy importante. «Temos algún caso na comarca do Deza no que a un gandeiro lle reclaman 4.058 euros por ter superado en 12.000 litros o seu cupo e 2.000 euros máis en concepto de pago de intereses», precisa Xoán Pérez Orozco, secretario xeral técnico de XX.?AA. que no duda en calificar esta situación como de « totalmente impresentable, máxime no momento tan complicado que atravesa o sector». Este representante sindical apunta que el equipo jurídico de su organización está trabajando ya en el tema para dar una solución definitiva a una situación que, según sus palabras, puede suponer «a puntilla definitiva para moitas granxas lácteas».
Por su parte, fuentes de la empresa, con factorías en Pontedeume y Meira, declinaron hacer ningún tipo de manifestación, remitiéndose al contenido de las cartas enviadas a los productores, y señalando sucintamente que las comunicaciones se atienen a la ley y que han sido puestas en conocimiento del Fondo Español de Garantía Agraria, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino encargado de la gestión de las cuotas lácteas.
En las misivas, la láctea requiere a los productores para que «urgentemente y en todo caso dentro de los siete días siguientes a la recepción», paguen a la compañía las cantidades adeudadas bien a través de un ingreso en la cuenta bancaria de la firma o bien en persona en el domicilio social de esta.
Al parecer, las comunicaciones enviadas por Leche Celta corresponden a aquellos ganaderos que en su día optaron por recurrir ante la Justicia las sanciones económicas que recibieron por sobreproducción. El período lácteo 1995-1996 fue el que registró un mayor desfase entre las cantidades producidas y la cuota existente -5.545.315 toneladas- lo que dio lugar a una sanción económica en el conjunto de España de 42,9 millones de euros, de los que a Galicia le correspondieron más de 14 millones. En el caso gallego, el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), precisa Pérez Orozco, avaló a aquellos granjeros que denunciaron ante el Tribunal Supremo la imposición de la multa.