Tras año y medio de pérdidas, Citi Bank, la segunda gran financiera de Estados Unidos tras Bank of America, anunció ayer que cerró el primer primer trimestre del año con un beneficio neto de 1.590 millones de dólares (1.217 millones de euros). Es la primera ganancia en 18 meses de una entidad que en el 2008 precisó una inyección directa de fondos del Tesoro norteamericano por importe de 50.000 millones de euros. Fue, precisamente junto a su competidor Bank of America, la entidad con mayor volumen de ayuda pública.
Citigroup se une así a los bancos que en las últimas dos semanas han anunciado una recuperación de sus cuentas, como ya han hecho Wells Fargo (3.000 millones de dólares), Goldman Sachs (1.700) y JPMorgan Chase (2.100), y según los expertos es una señal de que el sector podría empezar a ver la luz en la crisis. Sobre todo por lo inesperado en el caso de Citi y de Goldman.
«Nuestros resultados reflejan la fortaleza de Citi, pues con ingresos cercanos a los 25.000 millones de dólares y beneficios netos de 1.600 millones tenemos nuestro mejor resultado desde el segundo trimestre del 2007», dijo el consejero delegado de Citigroup, Vikram Pandit.
Citi, que a principios de marzo ya adelantó que había sido rentable en los dos primeros meses del 2009, indicó que ha aumentado sus reservas para pérdidas por préstamos, consiguió casi duplicar sus ingresos y situarlos en 24.790 millones de dólares (unos 18.900 millones de euros), debido a una menor depreciación de activos.
La comparación
La entidad estadounidense agregó que sus ingresos de enero a marzo «suponen un incremento del 99% comparados con los del primer trimestre del 2008» y se derivan de una mejora en todas las regiones de EE.?UU. en las que está implantado.
En los últimos meses, la entidad ha reducido su plantilla en 13.000 personas. Ese beneficio neto de 1.590 millones de dólares (1.217 millones de euros) en el primer trimestre contrasta con unas pérdidas netas de 5.110 millones de dólares en el mismo período del año anterior.
Citi, a través de un fondo de inversión también norteamericano (Citi Infraestructure Partner), es la nueva propietaria de la autopista gallega, tras una opa por Itínere, filial de la constructora Sacyr. De hecho, la oferta de adquisición de acciones se formalizó esta semana ante la CNMV. La operación tiene un montante superior a los 7.800 millones de euros, contando la deuda asociada.