«Agora mesmo síntome bastante máis aliviado e tranquilo». Lo afirmaba ayer Lucas Veiga, titular de una de las dos explotaciones de Barreiros que llevaban desde el sábado tirando la leche a la fosa del purín después de que Leite Río decidiera suspenderles la recogida a raíz del enfrentamiento que mantuvieron ambos ganaderos con un inspector de la firma. El alivio y la tranquilidad llegaron después de que un camión de Leche Celta llegara ayer a las dos y media de la tarde a la explotación para hacerse cargo de su producción.
Según explicó Veiga, el jefe de compras de Celta los llamó el miércoles por la noche desde el extranjero para confirmarles que la empresa estaba dispuesta a hacerse cargo de la materia prima durante todo el tiempo que quisieran. De precios no hablaron, se reunirán la próxima semana para debatir esa cuestión.
Se han necesitado cinco días de negociaciones para encontrar una salida a la leche de estas dos explotaciones mariñanas, unas granjas que destacan por sus dimensiones, su modernidad y por la calidad de sus animales y de la leche que producen. Atrás quedan unas pérdidas importantes, ya que los alrededor de 30.000 litros tirados a la fosa les habrían supuesto unos ingresos superiores a los 8.000 euros (les abonaban 27 céntimos por litro más una pequeña prima de calidad). Y en el aire ha quedado la preocupación por el grave riesgo de cierre que han corrido y la impotencia vivida estos días al ver que nadie se hacía cargo de su leche.
El momento más difícil
Asegura Veiga que este ha sido el momento más difícil de la explotación y en el que más cerca han estado de tener que abandonar el negocio. «Eu sei que houbo moita xente á que lle caeu algunha lágrima estes días pensando como estabamos nos, e que eso lle pode pasar a calquera». Con todo, advierte que el problema de fondo siguen siendo los precios y vaticina que si esta situación continúa en dos meses muchas explotaciones echarán el cierre.
Ayer tuvieron que declarar ante la Guardia Civil por el altercado con el inspector de Leite Río. «Houbo unha discusión en voz un pouco alta, motivada polo prezo do leite, pero sen agresións nin ameazas nin nada», asegura Veiga. Respecto de las gestiones mantenidas para encontrar una salida al problema de ambas explotaciones, asegura: «Creo que ninguén se debe colgar unha medalla, si acaso Celta, porque despois de pasar cinco días...».
Xóvenes????Agricultores y Unións?Agrarias fueron quienes anunciaron el miércoles que el acuerdo estaba cerrado. Desde el primer sindicato declinaron ayer atribuirse ningún mérito, subrayando que fue una negociación a varias bandas. Por su parte, Roberto Iglesias, de Unións Agrarias, destacó que no hay que perder de vista el problema de fondo y recordó que hay seis cooperativas entregando parte de su leche a 16 céntimos por litro.?