Bridgestone cierra sus fábricas de neumáticos en Australia y Nueva Zelanda

EFE

ECONOMÍA

Ha decidido que ambas eran comercialmente inviables.

23 oct 2009 . Actualizado a las 09:31 h.

a compañía japonesa Bridgestone anunció hoy el cierre de sus fábricas de neumáticos en Australia y en Nueva Zelanda tras decidir que ambas eran comercialmente inviables.

La decisión, que afecta a las plantas ubicadas en la ciudad australiana de Adelaida y en la neozelandesa de Christchurch, supondrá el final de la fabricación de Bridgestone en estos dos países de Oceanía.

«Al ser los últimos productores de neumáticos en Australia y Nueva Zelanda, hemos trabajado arduamente durante muchos años para evitar la decisión de hoy», indicó Andrew Moffatt, director ejecutivo de la compañía.

La fábrica de Adelaida cerrará en abril de 2010 próximo, mientras que la de Christchurch lo hará a finales de este año.

En un comunicado, Bridgestone indicó que el cierre supone el despido de 275 trabajadores de su fábrica en Nueva Zelanda y de otros 600 obreros de la que tiene en Australia.

En los dos países, el fabricante de neumáticos emplea en conjunto a cerca de un millar de trabajadores de su servicio de distribución y venta, que no se verá afectado por el cierre de la fábricas.

El pasado agosto, Bridgestone anunció que en la primera mitad de 2009 tuvo una pérdida neta de 38.337 millones de yenes (280 millones de euros), debido a la apreciación del yen y la crisis económica.

Ese resultado contrastó con el beneficio neto de 37.237 millones de yenes (271 millones de euros) que registró en el primer semestre del año anterior y se debió sobre todo a la crisis que experimenta desde hace tiempo la industria del automóvil.

Bridgestone tuvo además en los primeros seis meses del año una pérdida operativa, por actividad ordinaria, de 19.965 millones de yenes (146 millones de euros), frente al beneficio de 83.658 millones de yenes (611 millones de euros) del mismo período de 2008.

Sus ventas en el primer semestre han supuesto 1,205 billones de yenes (8.800 millones de euros), un descenso del 27 por ciento frente al mismo período del año pasado.

Para todo el año, Bridgestone espera que sus resultados sean peores que en 2008 pese al proceso de reestructuración puesto en marcha para recortar gastos, aunque hoy mejoró sus previsiones de beneficios con respecto a las realizadas a final de junio.