El Banco de España podría llevar a cabo una inspección en Caja Burgos tras abandonar la fusión
ECONOMÍA
La decisión de Caja Burgos de abandonar súbitamente la fusión con las dos mayores entidades de Castilla y León -Caja España y Caja Duero- colea en los órganos políticos y en los financieros. Según diferentes fuentes, el Banco de España podría inspeccionar la entidad para saber en qué situación se queda tras su no a una alianza que contaba, precisamente, con el visto bueno del supervisor. Y la negativa no ha agradado a la máxima autoridad financiera del país. Ahora se examinará su viabilidad en solitario. Fuentes financieras entienden que una advertencia del Banco de España a la firma castellana «azuzaría al sector para llegar a acuerdos de fusión».
El consejo de administración de Caja Burgos, por unanimidad, decidió el martes rechazar su participación en la que iba a ser la entidad de mayor tamaño del noroeste de España. Lo hizo alegando que salía perdiendo en el reparto de sedes y de poder, y por las dudas que le sugería la integración. En el fondo está una fuerte oposición localista que no ha gustado tampoco a la Junta de Castilla y León. El portavoz de ese Gobierno autónomo fue claro ayer, aunque sin citar a la firma expresamente: «Caja España y Caja Duero han decidido mirar al futuro, y otras parece que siguen enredadas en el pasado».
Esta opinión sigue la argumentación lanzada desde el martes por agentes políticos, sociales y económicos de Castilla y León, en la que lamentan la salida de Caja Burgos. El propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, del PP, advirtió esta semana que la salida de Caja Burgos tendrá consecuencias para la propia entidad. Y los empresarios de esa comunidad tampoco han reaccionado de forma positiva, entendiendo que el músculo financiero de Castilla y León queda «bastante esmirriado». Esos mismos agentes políticos, sociales y empresariales han contrapuesto la decisión de la financiera castellana a la asumida por la caja leonesa y por la salmantina.
Impensable hace dos años
«Nadie hace dos años imaginaba que las dos cajas más grandes de Castilla y León pudieran fusionarse», dijo el portavoz del Gobierno de la comunidad vecina. Por lo pronto, Caja España-Duero duplica en tamaño a Caixanova y al recibir, previsiblemente, fondos públicos del FROB estará mejor preparada para el futuro.
¿Qué posibilidades le quedan a Caja Burgos? Algunas fuentes apuntaban ayer una alianza con las entidades de Segovia y de Ávila, de menor tamaño. Estas dos ya se descolgaron de la gran caja de Castilla y León cuando se iniciaron las conversaciones, hace 13 meses. La Junta no quiso valorar ayer esa posibilidad.