Caixa Galicia sostiene que cederá como máximo hasta un 50% y hoy los negociadores volverán a reunirse
19 abr 2010 . Actualizado a las 17:44 h.Las delegaciones de Caixa Galicia y Caixanova -tres hombres por cada entidad- volverán a verse hoy las caras para explorar la fusión de las dos entidades. Sin embargo, después de los precedentes de la semana pasada (tres reuniones en Santiago), la posible alianza está bloqueada en el asunto más espinoso: el reparto de poder. Caixanova no se mueve de la posición de máximos que ha trasladado su presidente, Julio Fernández Gayoso, y que se traduce en que el peso mayoritario de la posible entidad única gallega lo lleve la firma con sede en Vigo.
La pretensión de Caixanova pasa por ostentar la presidencia de la entidad, que conservaría Gayoso durante los próximos cinco años, según fuentes financieras que conocen el estado de las negociaciones. Esa reclamación supondría además un cambio legislativo, porque la actual ley gallega de cajas obliga a elecciones a los cuatro años, y por su edad, el actual presidente de Caixanova (tiene 78 años, por encima del tope legal) no podría repetir. Además de ese cargo, la entidad quiere la dirección general para José Luis Pego, hombre de confianza de Gayoso; la sede en Vigo; y una amplia representación (mayoritaria) en la administración de gobierno de la caja. Es decir, en la asamblea, en el consejo de administración y también en el comité de dirección, donde se lleva el día a día de la entidad y se adoptan las decisiones más relevantes. Inicialmente reclamaba tutelar el 70% de esos órganos, un porcentaje que ha ido reduciendo ligeramente en los últimos días.
Durante esas citas, en lo máximo que ha transigido Caixanova, según las mismas fuentes, es en una copresidencia para Caixa Galicia (efectiva solo en ausencia de Gayoso), además de una dirección general adjunta.
Esas pretensiones chocan con las de la caja mayor (Caixa Galicia tiene 46.000 millones en activos, por los 30.000 de Caixanova). La firma que dirige José Luis Méndez entiende que una entidad en la que se comparta el 50% de la gobernanza, con un reparto «adecuado» de sedes, supone ya una cesión importante por su parte. Por ello, y como trasladó el propio Méndez a su consejo, esa posición de paridad es inamovible.
¿Y el debate sobre los números? El sábado en Santiago el ministro de Fomento, José Blanco, alimentó las dudas sobre la viabilidad de la fusión para crear una entidad «con músculo». Sin embargo, fuentes de la negociación aseguran que los números cuadran, incluso tomando los aportados por Caixanova a través de la auditora Deloitte. De los 3.000 millones de ayudas públicas que esta caja llegó a estimar como necesarias ha bajado ya hasta 1.500, si bien en Caixa Galicia creen que la cifra real será ostensiblemente menor.
Teniendo en cuenta que el tiempo apremia a ambas entidades para presentar una solución, lo que suceda a partir de hoy se antoja definitivo.