Caixanova cede y acerca posturas con Caixa Galicia para consensuar el poder en la fusión

M. Á. Rodríguez / R.?Santamarta D. Sampedro

ECONOMÍA

Directivos de la entidad viguesa trasladan a Gayoso su deseo de una alianza «equilibrada» y un reparto «razonable»

20 abr 2010 . Actualizado a las 10:37 h.

Una semana después de iniciar oficialmente las negociaciones, Caixanova se prestó ayer a rebajar el tono de sus pretensiones maximalistas con las que inició las conversaciones y acercó posturas a Caixa Galicia en el asunto más espinoso: el gobierno de la posible caja única gallega. Las dos delegaciones están buscando fórmulas de «equilibrio», según fuentes conocedoras de la negociación porque las cuentas ya están listas, recurriendo al FROB en una cantidad que, según fuentes financieras, puede estar entre los 1.200 y los 1.500 millones de euros.

Con esos números, los negociadores están dando vueltas en torno a la ubicación de la entidad. Podría buscarse una ciudad neutral (Santiago) como sede fiscal, mientras que para la operativa se establecería unha alternancia entre A Coruña y Vigo. También ayer se estudió qué competencias tendrían los directivos de esa entidad; por ejemplo, cómo conjugar una copresidencia, o una dirección general adjunta.

En todo caso, el protocolo de fusión y el proyecto de alianza tendrá que ser supervisado por el Banco de España y también habrá de tener el visto bueno de la Xunta. Hasta entonces, las reuniones proseguirán esta semana. Mientras, consejeros y directivos de Caixanova le han hecho saber a su presidente, Julio Fernández Gayoso, que son partidarios de negociar una fusión «equilibrada» en la que la caja viguesa asuma la dirección general y la presidencia, y donde exista un «reparto razonable» de sedes y órganos de gobierno. En los mismos términos se han dirigido al director general de la caja, José Luis Pego, según fuentes de la caja.

Con todo, Gayoso niega que el reparto de poder sea el gran escollo de las conversaciones (Caixanova pidió un control casi total de la entidad fusionada). En su lugar, apela a las cuentas de la alianza como el «gran problema».

Ayer, en Vigo, reclamó en público «prudencia» y «discreción» para «no hacer daño a un proceso enormemente complicado». Más tarde, en Ourense, rechazó comparar el proceso actual con el vivido hace casi diez años para unir las cajas de Vigo, Ourense y Pontevedra (la actual Caixanova).

Hasta ayer Caixanova reclamaba el primer día la dirección general (reservada para José Luis Pego), la presidencia (para Gayoso), y la mayoría de la asamblea, el consejo y el comité de dirección. Planteó mantener el consejo de Caixanova (19 miembros) y añadir un máximo de cinco componentes de Caixa Galicia. La propia caja llegó a calificar está posición de partida como «durísima», pero algunos consejeros aseguran que existía la convicción de que «habría recorrido para negociar». Tras la primera semana, sin embargo, la postura no se ha movido.

La postura de Vázquez

En las negociaciones entró ayer indirectamente el secretario general de los socialistas gallegos. Pachi Vázquez marcó distancia ante cualquier desenlace y manifestó que si al final persisten las «dificultades» y no se llega a un acuerdo «moita xente terá que dar explicacións», empezando, detalló, por el presidente de la Xunta y siguiendo por las propias entidades.

El socialista desvinculó a su partido de una situación de bloqueo: «Se non hai acordo non será por culpa do PSOE, porque nós non estamos nas negociacións». En todo caso, emplazó a las cajas a continuar por la senda del «diálogo».