Guerra abierta en el mundo de los zumos

ECONOMÍA

Una campaña de Don Simón instando a Granini a explicar dónde tiene sus naranjos reabre el debate sobre la publicidad comparativa.

25 abr 2010 . Actualizado a las 13:51 h.

Desde hace años, las mayores empresas productoras de zumos y concentrados protagonizan una guerra sin cuartel que ha llegado incluso a los tribunales. La compañía  J. García Carrión (JGC), propietaria de la marca Don Simón, que comercializa en España entre otras cosas vinos de mesas y frutas exprimidas, se ha metido de lleno en la dura batalla de la publicidad comparativa.

Todo comenzó en 1998, cuando Don Simón lanzó una campaña publicitaria contra Minute Maid con el objetivo, según aclaran desde la propia empresa, de informar al consumidor sobre la diferencia entre un zumo exprimido directamente de las naranjas y uno elaborado a base de concentrado. Tres años después, JGC realizó otra campaña comparativa, esta vez entre su producto Simon Life frente a Sunny Delight para aclarar que ambos son refrescos y no zumos.

Otra batalla contra el grupo Leche Pascual para dar a conocer la diferencia entre los zumos refrigerados de ambas empresas comenzó en el 2006 y aún no ha terminado. En una sentencia de marzo de este mismo año, la Audiencia Provincial de Burgos estimó un recurso de apelación formulado por JGC y declaró que la conducta de Leche Pascual de comercializar como refrigerado su producto de la marca Zumos Pascual constituye un acto de competencia desleal. La empresa de lácteos anunció que recurriría.

Por su parte, Pascual le ganó la partida a JGC cuando denunció que el zumo Don Simón no podía publicitarse como 100% natural puesto que, según Autocontrol (el organismo autorregulador de la publicidad), solo se puede llamar «natural» al producto obtenido por cada consumidor al exprimir una fruta, por lo que García Carrión se vio obligado a cambiar el término por la expresión «zumo exprimido directamente desde la naranja».

La publicidad comparativa es legal

En España, la publicidad comparativa es legal siempre y cuando se cumplan algunas normas como respetar la objetividad, comparar productos que satisfagan el mismo tipo de necesidad y no denigrar ni dar lugar a confusión.

Desde hace algunas semanas, JGC arremete contra Eckes Granini Ibérica -como ya lo hizo en el 2006- en un nuevo anuncio en el que sobre el origen de los zumos de Granini se cuestiona: «¿Dónde tiene sus naranjos?». A continuación, la voz oficial de las campañas publicitarias de Don Simón explica a los consumidores que García Carrión posee una planta «rodeada de millones de naranjos para exprimir las naranjas, una a una, recién cogidas del árbol».

Esta campaña, según explica Fala Corujo, directora de Márketing y Publicidad del grupo JGC desde hace más de 20 años y esposa del presidente de la empresa, José García-Carrión Jordán, se lanzó no para ganar mercado, sino a «manera de defensa para aclarar al consumidor» el origen de las naranjas, puesto que «Granini tiene un anuncio en el que exhibe un campo lleno de naranjas dando a entender que su producto es exprimido», aclara Corujo y añade: «No queremos que las multinacionales con su poder de inversión en medios como la televisión creen un hábito confundiendo al consumidor, porque ese zumo concentrado, encima lo cobran más caro».

Pero, ¿dónde están los naranjos de Granini? Fuentes cercanas a la empresa alemana con sede nacional en Barcelona aseguran que «las naranjas de Granini están en todo el mundo, España incluida, ya que se trata de una multinacional y, por las necesidades estacionales, no pueden estar pendientes solo de las cosechas españolas». Aseguran también que en Europa se produce solo el 12% de las naranjas a nivel mundial, por lo que no es suficiente para la elaboración de los productos del país.

En este sentido, José García-Carrión lo tiene claro: «Nuestra planta en Huelva tiene una capacidad de 600 millones de litros anuales de naranja y mandarina, por lo que es suficiente para satisfacer las demandas de nuestros clientes respecto a los zumos exprimidos directamente de la fruta».

Por su parte, Granini ha puesto una denuncia contra JGC ante Autocontrol y, según confirman fuentes cercanas, están a la espera de una resolución.