Zapatero se reúne con Wen Jiabao, para estrechar lazos con un país «que resulta prioritario para la economía española».
31 ago 2010 . Actualizado a las 21:50 h.José Luis Rodríguez Zapatero no tiene dudas: «Este es el siglo de China». Por eso, hay que darle un buen bocado cuanto antes.
Teniendo en cuenta que los mercados tradicionales en los que España ya tiene presencia están actualmente estancados, la gran oportunidad se presenta en Asia, y, concretamente, en el gigante del continente. Allí tiene que poner sus ojos nuestro sector exterior, que ya llega tarde al mercado más goloso del planeta lastrado por su tradicional inclinación hacia Latinoamérica.
«La economía china es una prioridad absoluta de la española, que tiene que salir de la crisis, fundamentalmente, compitiendo más y exportando más», analizó el presidente del Gobierno en Shanghai antes de reunirse ayer con el primer ministro chino, Wen Jiabao, para estrechar unas relaciones políticas que calificó de «muy fuertes, muy positivas, y muy favorables».
Y quizá eso vaya a reflejarse pronto en el terreno económico.
Porque, después de la reunión a puerta cerrada en Pekín, y tras alabar las recientes medidas de austeridad adoptadas por el Ejecutivo de Zapatero, el dirigente chino aseguró que la segunda potencia mundial buscará equilibrar la balanza comercial con España incrementando las importaciones desde nuestro país. Las inversiones bilaterales también aumentarán, aunque no se ha detallado en qué sectores está interesada China. No obstante, el primer ministro del Gran Dragón sí que citó varios en los que busca la aportación de España: energías renovables, aeronáutica y biotecnología.
El turismo también ha tenido protagonismo durante la visita de Zapatero a China. Curiosamente, si se cumplen los pronósticos, este año el gigante asiático desbancará a España del tercer puesto del podio mundial de este sector. «Hay un crecimiento espectacular del turismo desde China hacia el mundo (ya es el quinto emisor de turistas). Y ese crecimiento tiene que contar con España. Por eso estamos comprometidos, y obligados, a hacer una gran tarea de promoción en este mercado», declaró Zapatero, que ayer se reunió con turoperadores chinos y prometió a Wen trabajar para que se facilite la concesión de visados de turismo a ciudadanos chinos, uno de los principales escollos que frenan el número de visitantes.
Para eso «España es el mejor amigo de China en la Unión Europea».
Sin duda, hitos como la victoria en el Mundial de Sudáfrica y éxitos como el del pabellón nacional en la Exposición Universal de Shanghai, que alcanzará pronto los cinco millones de visitantes y ha conseguido que el bebé gigante de Isabel Coixet, Miguelín, sea la estrella del evento, han aupado el interés de China por España.
No obstante, Zapatero admite que «nuestros productos han de ser más conocidos y competitivos».
Y enumera los sectores empresariales de nuestro país que quieren jugar un mayor papel en China: «telecomunicaciones, infraestructuras, energías renovables, e industria agroalimentaria».
Zapatero ha proseguido su gira asiática en Japón. El pasado año, las inversiones niponas en España superaban los 4.000 millones de euros, frente a los 400 millones que las compañías españolas han destinado a su aterrizaje en el país del Sol Naciente. Y también en este caso se impone un reequilibrio en el comercio exterior. De enero a junio, la balanza comercial hispano japonesa arrojó un déficit de 1.147 millones de euros, un 29% más, como consecuencia de unas exportaciones por valor de 702 millones de euros, que crecieron a ritmo anual del 22,6% y de unas importaciones que se elevaron a 1.849 millones y avanzaron el 26,5% en un año.