El Santander afirma que su condición de banco español lo penaliza en los mercados

Julio Díaz de Alda MADRID/COLPISA.

ECONOMÍA

Los mercados recelan de la fortaleza de España para cumplir con sus compromisos y salir de la crisis.

29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los mercados recelan de la fortaleza de España para cumplir con sus compromisos y salir de la crisis. Y eso pesa a nuestro sector financiero. Así se traduce del discurso del consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, quien en la presentación de resultados de la entidad correspondientes al tercer trimestre reconoció que esa pátina «no nos beneficia». Y es que, añadió, «el mercado nos identifica como un banco español a todos los efectos». Un lastre si se tiene en cuenta que Santander es un gigante internacional que recibe de su división española solo del 17% de sus resultados netos.

En esa tesitura, y a pesar de la batería de reformas estructurales realizada por el Gobierno, que Santander aprecia en la buena dirección, Alfredo Sáenz fía para largo la salida de la crisis. Algo que, dijo, no llegará «en los próximos trimestres». A juicio del ejecutivo, el crédito seguirá estancado, o incluso caerá en el 2011, mientras la morosidad no dejará de crecer hasta, al menos, mediados del próximo año. Los nubarrones que se avecinan hacen pensar a Sáenz que el banco no logrará igualar este 2010 los resultados del 2009.

El banco cerró septiembre con un beneficio de 6.552 millones, 1.635 en el tercer trimestre. Supone un 9,8% menos que un año antes.