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Los profesionales liberales, el nuevo objetivo de Hacienda

César Calvar / Colpisa

ECONOMÍA

Abogados, médicos, notarios, arquitectos, profesores o cualesquier otro especialista estarán el año que viene bajo el foco de los inspectores de la Agencia Tributaria.

15 nov 2010 . Actualizado a las 22:02 h.

Los profesionales liberales -categoría que engloba a un grupo de actividades colegiadas, que generan ingresos altos y pueden desarrollarse por cuenta propia- son el nuevo objetivo del Ministerio de Hacienda de cara a 2011. Abogados, médicos, notarios, arquitectos, profesores o cualesquiera otros especialistas estarán el año que viene bajo el foco de los inspectores de la Agencia Tributaria, en aplicación del Plan Integral de Prevención y Corrección del Fraude Fiscal, Laboral y a la Seguridad Social, aprobado en marzo pasado.

El director general de la Agencia Tributaria, Juan Manuel López Carbajo, situó este lunes el control del pago de impuestos por parte de estos profesionales entre las prioridades de su departamento para 2011. En un acto organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), López Carbajo evitó detallar cuáles son los oficios con más probabilidades de caer bajo su lupa, pero señaló que el dispositivo que prepara su departamento «apunta alto y no sólo se centra en dos o tres profesiones».

Para llevar a cabo esa labor, los expertos de la Agencia Tributaria están recabando miles de datos relativos a esas personas. Según López Carbajo, el fisco pretende analizar sus movimientos bancarios con importes superiores a 3.000 euros, el uso de tarjetas de crédito y otros indicadores como su consumo. Otras fuentes conocedoras del operativo explicaron que se tendrán en cuenta, asimismo, determinados «signos externos» de una riqueza que no se corresponda con los ingresos declarados, como la posesión de inmuebles, yates, aviones privados o vehículos.

El próximo 1 de enero Hacienda debería recibir del sector financiero los datos de todos los ingresos o retiradas de dinero en efectivo por importe superior a 3.000 euros realizados por ciudadanos y empresas. La medida, anunciada a finales de 2008 por el Gobierno dentro de su plan de acción contra el fraude, entró en vigor para operaciones realizadas desde el 1 de enero de 2010. El objetivo no es investigar todos los movimientos, sólo aquellos que por su frecuencia y reiteración resulten sospechosos de ocultar el uso de dinero negro.

Controles

El programa integral de lucha contra el fraude aprobado en marzo ya daba pistas de por dónde irán los controles. Explica que, en determinadas actividades, la evasión suele realizarse mediante «la inclusión de importantes conceptos de gastos, que pueden no ser reales o incluso, siendo reales, no ser deducibles fiscalmente, por faltar en ellos el requisito esencial de afectación a una actividad económica». Considera «frecuente» la inclusión en las declaraciones tributarias de un volumen de gastos superior al real y la práctica de hacer pasar consumos particulares (de hostelería, alojamientos, viajes, vehículos o amortizaciones de inmuebles) por gastos de actividades económicas.

López Carbajo también desveló que, entre enero y octubre, la Agencia Tributaria recaudó 8.200 millones de euros por la lucha contra el fraude, un 25% más que en el mismo período de 2009. De ellos, 6.900 millones son fruto de actuaciones directas de control (un 22% más interanual). Los 1.300 millones restantes provienen de declaraciones extemporáneas, e incluyen los 260 millones ingresados por las regularizaciones realizadas hasta la fecha de capitales depositados en cuentas opacas del banco suizo HSBC. Además, la recaudación derivada de las investigaciones sobre el uso de billetes de alta denominación (500 y 200 euros) alcanzó los 1.060 millones.