Algunos productores reclaman hasta 10.000 euros a la firma de Ruiz Mateos
04 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Alrededor de trescientos ganaderos gallegos vienen sufriendo durante los últimos meses retrasos en las liquidaciones mensuales de la leche que entregaron a la industria. Se trata de productores que venden la materia a primeros compradores o a cooperativas que a su vez se la entregan a la factoría que la empresa Clesa, del grupo Nueva Rumasa, tiene en la localidad pontevedresa de Caldas de Reis.
La mayoría de estos granjeros están integrados en Lácteos Tambre, primer comprador que en el 2009 se hizo cargo de buena parte de las granjas a las que Leche Pascual había decidido suspender la recogida. Desde esta empresa, con sede en el municipio de Oroso, se reconocen los retrasos, que atribuyen a la falta de pago por parte de Clesa.
«Tamén tiñamos outros 200.000 euros pendentes de cobro de Parmalat que xa se están liquidando aos produtores, o resto corresponde a demoras de Clesa», apunta Ramón Sangiao, administrador de Lácteos Tambre. Según él, hay 180 ganaderos afectados. «Ata o de agora estivemos facendo fronte aos pagos con recursos propios, pero agora vémonos na obriga de aprazalos, tal e como nos están facendo a nós», reconoce Sangiao.
Esta situación ha provocado que más de una decena de ganaderos, a los que se les adeudan entre 3.000 y 10.000 euros por cabeza, hayan optado por cambiar de industria en previsión de que la situación se pueda prolongar. Por su parte, responsables de la empresa madrileña desmienten cualquier problema y se limitan a señalar que «no hay que creer todo lo que diga la gente». Sí se muestran más comunicativos a la hora de desmentir categóricamente que se vaya a presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal, que afectaría a los 170 trabajadores de la planta. Pero desde el sindicato CC.?OO., que viene criticando durante las últimas semanas la actitud de la empresa ante la delicada coyuntura económica que atraviesa, se pide más transparencia en su gestión. Jesús Villar, responsable estatal del sector agroalimentario del sindicato, calificó de «extremadamente grave» la situación de Clesa y pidió la adopción de medidas que garanticen su viabilidad.