Por cada 10 dólares de subida, España paga 6.000 millones de euros más
24 feb 2011 . Actualizado a las 12:45 h.La advertencia estaba sobre la mesa: mientras el fuego de las revueltas continúe encendido, no habrá tregua para el petróleo. Y los augurios se cumplieron: tras un mínimo paréntesis en el tramo inicial de la jornada, la cotización del oro negro volvía a las andadas. Tanto, que el barril de brent llegó a pagarse en Londres a más de 111 dólares, espoleado por la sangrienta represión libia y el miedo a que los problemas de suministro que ya sufre el país africano acaben extendiéndose a otras zonas de vital importancia en el mapa mundial de la energía.
De acuerdo con las cifras que maneja el mercado, basadas en datos facilitados por las petroleras, el bombeo diario de Libia (1,6 millones de barriles, según la OPEP) ha sufrido ya una merma del 25%, lo que equivale a cerca de 400.000 barriles al día. Y los analistas ya hacen cábalas sobre los efectos de una paralización total. Es más, los expertos de Nomura aventuraban ayer en un informe que «si Libia y Argelia pararan su producción de petróleo, los precios podrían llegar a tocar máximos por encima de los 220 dólares el barril». El bombeo de la OPEP se vería reducido entonces en 2,9 millones de barriles diarios. Para la firma nipona, la situación que más se asemeja a la actual es la que se sufrió en los años 1990 y 1991, como consecuencia de la guerra del Golfo. Entonces, el cartel redujo su producción en 1,8 millones de barriles diarios, y el precio se disparó hasta un 130% en solo siete meses.
Además, si hay algo en lo que ahora parecen estar de acuerdo los analistas es en que, dada la complejidad del escenario actual, el crudo podría pulverizar todas sus marcas. El último récord histórico lo estableció en julio del 2008 en 147,5 dólares.
Visto lo visto, a España no le queda otra que «ahorrar energía». Así lo recalcó ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien insistió, como ya había hecho la víspera, en que el país no tiene petróleo ni gas, así que su única alternativa es reducir el consumo. De hecho, el Consejo de Ministros estudiará mañana un plan «preventivo», «por si las cosas se ponen peor», aunque Sebastián no quiso ayer dar más detalles. «No es para airearlo», zanjó. En cualquier caso, el ministro descartó un posible desabastecimiento, porque Libia es «perfectamente sustituible» en su papel de suministrador (aporta el 13% del crudo y el 2% del gas). Lo que será importante es el alza de la factura energética del país: 6.000 millones de euros más por cada diez dólares que sube el crudo.
«España no produce ni petróleo ni gas, así que no podemos hacer otra cosa que ahorrar energía»
Miguel Sebastián