Carlos Gómez, hombre fuerte en la mesa de valoración de proyectos, se marcha a una subdirección xeral en Deportes
24 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Carlos Gómez Martínez, subdirector xeral de Enerxía y uno de los hombres fuertes de Industria en el concurso eólico, pasará a ocupar en breves fechas un puesto de igual rango en la Secretaría Xeral de Deportes. Su marcha se produce en un contexto de fuerte tensión interna en el departamento del conselleiro Javier Guerra causada por la gestión del concurso, que ha generado también un gran descontento en las empresas por la precipitación con la que se resolvió el proceso.
Carlos Gómez, que ya desempeñó cargos en la era Fraga, fue uno de los elegidos por el actual director xeral de Industria, Bernardo Tahoces, para liderar las adjudicaciones. A ambos les unía una gran amistad personal. Y Gómez fue uno de los vocales de la mesa de valoración de proyectos, presidida por Eliseo Diéguez, director del Inega. Las hipótesis para explicar su salida apuntan, según fuentes consultadas, a fuertes desavenencias de Gómez con el modo en que Bernardo Tahoces ha llevado el concurso eólico. En el sector circuló ayer con intensidad la tesis de que se había producido una destitución algo que desmintió el propio Tahoces consultado al respecto. «Ni lo he destituido ni tengo intención de hacerlo; ha desempeñado un trabajo magnífico en todo el proceso», puntualizó ayer a este periódico el director xeral.
El propio afectado, consultado por el cambio de puesto, se mostró irónico. «Si los motivos de mi marcha fuesen por mi mala labor no creo que en la Xunta me ofreciera una subdirección xeral en otro sitio». Carlos Gómez, que insistió ayer en que mantiene una excelente relación con el director xeral, asegura que seguirá trabajando en la resolución de recursos -fase en la que está ahora el concurso eólico- hasta que tome posesión en su nuevo puesto.
El anuncio de la marcha del actual subdirector xeral de Enerxía se produce poco después de que salieran a la luz algunas adjudicaciones controvertidas, como el parque que invade un área protegida en el aeródromo de Alvedro o el que entra en la zona de afección del nuevo radar de MeteoGalicia para predecir temporales.