¿No hay dinero en la banca o lo que no hay es demanda? «Es una combinación de ambos», apuntan ejecutivos de la banca española. Esta misma semana, el gobernador del Banco de España apuntaba que «la demanda solvente seguirá siendo escasa» durante los próximos meses. Y la palabra solvente es muy relevante: cajas y bancos, sobre todo las primeras, se cuidan hoy mucho de dar créditos a usuarios sobre los que no tengan suficientes garantías. Nadie se arriesga ya a engordar su morosidad, en máximos; a tener que provisionar de más por dar un crédito dudoso y reducir aún más su negocio; o a recortar su capital por afrontar una operación sin garantías. De hecho, hay firmas, como Caja Madrid o Catalunya Caixa, que han optado por cerrar el dinero nuevo a quien no sea ya su cliente.
El propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez aseveraba que esas solicitudes «solventes» de crédito tardarán «más tiempo en crecer», aunque sin querer apuntar cuándo se podrían recuperar tasas normales. Sin ese flujo, difícilmente se podrá reflotar la economía, crear empresas, reactivar o ampliar otras, y, en definitiva, reducir las cifras del paro, hoy principal problema para España.