Los trabajadores afectados por el concurso de acreedores temen por su futuro después de que Vueling haya anunciado que no utilizará más sus pistas.
02 ago 2011 . Actualizado a las 18:34 h.Los cerca de cien empleados del Aeropuerto Central Ciudad Real, afectados por el concurso de acreedores planteado por la dirección hace meses, temen por su futuro después de que la aerolínea Vueling haya anunciado que no utilizará más sus pistas a partir del 29 de octubre.
Vueling mantiene en la actualidad vuelos directos desde la capital manchega a Palma de Mallorca y Barcelona pero a partir de octubre seguirá los pasos de Air Nostrum, Air Berlín y Ryanair, que han ido abandonando los servicios de este aeropuerto inaugurado en diciembre de 2008.
«Esta situación se veía venir y lo peor es que no percibimos ningún tipo de movimiento en torno al futuro del aeropuerto», afirmó este martes Felipe Pérez, secretario general de CC.OO. en Ciudad Real. Igual preocupación existe en la sociedad ciudadrealeña y en sus instituciones en torno a este aeropuerto que cuenta con una de las pistas más largas de Europa y que costó 1.100 millones de euros. El 40 por ciento de esta cantidad lo aportó la malograda Caja Castilla-La Mancha e incluso la administración autonómica llegó a aportar 140 millones de dinero público a esta iniciativa privada. El proyecto preveía 2,5 millones de pasajeros al año -solo ha contabilizado unas 100.000 desde su apertura- y un incesante tráfico de mercancías pero la realidad ha sido bien distinta.
Según el portavoz del Gobierno municipal de Ciudad Real, el popular Francisco Cañizares, «ha faltado eficacia en la gestión empresarial y política del aeropuerto y desde el primer día se vio que carecía de las perspectivas idóneas». Desde el PSOE, el secretario regional de Organización, José Manuel Caballero, reclamó este martes a la presidenta castellano-manchega, María Dolores de Cospedal, «que solucione de inmediato todos los problemas del aeropuerto porque en la campaña electoral prometió que en breve los resolvería y que tenía la solución.
Pues ahora le está faltando tiempo».