Sebastián insiste en que no tomó partido en la pugna de Sacyr, Pemex y Repsol, y que solo le interesa la petrolera por su valor estratégico
07 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El intento de asalto a la cúpula de Repsol no ha hecho más que empezar y ya ha desbordado la paciencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián. El máximo responsable de la política energética española pidió ayer a tirios y troyanos que, literalmente, «dejen en paz al Gobierno». Esto es, a él mismo. El argumento es que el Gabinete de Zapatero es perfectamente «neutral» en el asunto.
«Pediría a todas las personas que están metidas a un lado y al otro que nos dejen al margen y en paz porque ya tenemos bastantes problemas», declaró ayer el ministro mientras participaba, en Santander, en un curso sobre Telecomunicaciones celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Sebastián fue más lejos al invitar a las partes implicadas a que «utilicen sus propias herramientas jurídicas, legales y mediáticas para defenderse o atacar al otro». Pero siempre, matizó, sin involucrar al Ejecutivo que, dijo, «no toma partido, no está detrás de ellas y de lo único que se asegura es de que una empresa estratégica [Repsol], porque sus reservas son las de España, continúe siendo española».
La tan aireada españolidad de la alianza Sacyr Vallehermoso-Pemex (controlada por el Gobierno mexicano) está, a juicio de Sebastián, más que garantizada. Lo que argumenta al recordar que el primer accionista de Repsol (Sacyr) es español y que la mayoría del capital de la petrolera queda en manos nacionales.
Sobre su relación personal con las cabezas visibles de la batalla por Repsol -Antonio Brufau, como presidente y consejero delegado de la petrolera, y Luis del Rivero, presidente de la constructora-, el ministro insistió en su perfecta neutralidad. «No tengo ningún amigo en el mundo empresarial; ni lo he tenido no lo voy a tener, y lo que se publique en ese sentido viene de parte interesada y hay que tomarlo con cautela», sentenció.
Críticas a Felipe González
Miguel Sebastián se despachó también contra el expresidente del Gobierno Felipe González, quien ha cuestionado la españolidad del pacto Sacyr-Pemex desde su posición, como recordó el ministro, de consejero de Gas Natural Fenosa (participada al 31 % por Repsol). «Pemex entró en Repsol cuando González era presidente», subrayó,
Sebastián, quien golpeó dos veces para recordar que con González ya en la gasística «una empresa pública argelina (en alusión a Sonatrach) ha entrado con un 4 %» del capital de Gas Natural Fenosa. «No creo que nadie haya puesto en duda la españolidad de Gas Natural», afirmó.