El banco franco-belga sugirió ayer que podría desprenderse de parte de sus activos como consecuencia de la crisis de la deuda soberana en Europa.
04 oct 2011 . Actualizado a las 12:08 h.Las acciones del banco franco-belga Dexia caían un 33 % en la Bolsa de Bruselas en los primeros veinte minutos de la sesión de hoy, después de que la entidad sugirió que podría desprenderse de parte de sus activos.
Los títulos de Dexia ya habían caído un 10,16 % en la sesión del lunes, a cuyo cierre el consejo de administración de la entidad celebró una reunión de emergencia que se prolongó durante seis horas.
Al final, la dirección del banco emitió un comunicado cuidadosamente elaborado que apuntaba al desmantelamiento del banco.
El consejo de administración encargó al consejero delegado, Pierre Mariani, preparar medidas necesarias para «resolver los problemas estructurales» de la entidad.
El comunicado señala que «en el contexto actual, el volumen de la cartera de activos no estratégicos pesa estructuralmente sobre el grupo a pesar de la buena calidad del crédito y de sus activos».
Los medios belgas interpretan que esos activos no estratégicos son los «activos contaminados» de la entidad (muy expuesta a la crisis de la deuda griega) que podrían colocarse en una entidad especial, y también apuntan varias posibilidades de enajenación.
Desde la filial francesa de Credit Local hasta una filial en Turquía, las posibilidades de venta que se mencionan son diversas.
La agencia de calificación Moody's amenazado ayer con revisar a la baja la nota de las tres principales entidades operativas de Dexia (Dexia Banca Bélgica, Dexia Crédito Local y Dexia Banca Internacional en Luxemburgo) por el nuevo deterioro en la liquidez del grupo.
El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, aseguró ayer que tanto el Gobierno belga como el francés harán todo lo posible para no dejar caer a Dexia.
«Los gobiernos francés y el belga están detrás de sus bancos, sea Dexia u otro», afirmó Reynders.
Los gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo ya inyectaron 6.400 millones de euros en Dexia durante la crisis financiera de 2008, cuando se puso en marcha un amplio proceso de reestructuración de la entidad.
El consejo de administración de Dexia señaló en su comunicado de esta madrugada que desde mayo pasado se ha acelerado la reestructuración como consecuencia de la crisis de la deuda soberana en Europa.