El IBEX 35 bajó hasta los 8.225 puntos. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 16,57 por ciento.
04 oct 2011 . Actualizado a las 20:30 h.La disposición de la Reserva Federal -banco central estadounidense- a aplicar nuevas medidas para estimular la mayor economía del mundo redujo hoy las pérdidas de las bolsas internacionales y del mercado nacional, que cedió el 1,54 por ciento.
El índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, bajó 128,40 puntos, el 1,54 por ciento, hasta 8.225,40 puntos. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 16,57 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,325 dólares, bajaron las principales plazas: Fráncfort, el 2,98 por ciento; Milán, el 2,72 por ciento; París, el 2,61 por ciento; Londres, el 2,58 por ciento, y el índice Euro Stoxx 50, el 2,21 por ciento.
La revisión de la ayuda privada a Grecia y la decisión del Eurogrupo -ministros de Economía de la zona euro- de postergar hasta mediados de noviembre la resolución sobre la entrega del segundo tramo de ayuda al país heleno seguía coleando al comienzo de la sesión.
Además, se hundía Dexia, después de que la agencia de medición de riesgos Moody's rebajara su calificación, y Deustche Bank anunciaba que no cumplirá sus previsiones de beneficios, lo que hundía al sector financiero.
De esta manera, y después de la pérdida del 2,4 por ciento de Wall Street en la sesión anterior, la bolsa española abría con pérdidas superiores al 1 por ciento que se incrementaban hasta el 3 por ciento en una hora. El mercado nacional descendía hasta 8.100 puntos.
Con estos antecedentes, el euro bajaba hasta 1,32 dólares mientras se conocía que se había despedido a cerca de 96.000 trabajadores en España en septiembre, con lo que el número de parados aumentaba hasta 4,2 millones.
A pesar de los malos pronósticos vertidos por Goldman Sachs para España e Italia, que, en su opinión, entrarán en recesión el próximo año, lo que también aventuraron JP Morgan y Standard and Poor's para Europa, la bolsa remontaba.
Se conocía que Europa y Finlandia empezaban a entenderse en las garantías que este país exige para ayudar en el rescate a Grecia; que se prepara un plan de estímulo para el Viejo Continente y que se habían propuesto varias iniciativas para el canje de deuda griega.
Antes de la apertura de Wall Street la bolsa intentaba recuperar el nivel de 8.200 puntos. Se elegía sustituto del consejero Stark en el Banco Central Europeo (BCE) y la cotización del euro bajaba de 1,32 dólares (niveles de mediados de enero pasado) y el barril de petróleo Brent se negociaba a menos de 100 dólares (precio que no marcaba desde el inicio de febrero).
Wall Street incrementó sus pérdidas después de la apertura y llegó a bajar el 2 por ciento, con lo que el mercado nacional abandonó el nivel de 8.100 puntos y descendía hasta los mínimos de la jornada. En este retroceso influía el descenso del 0,2 por ciento de los pedidos de fábrica en los Estados Unidos.
Después, la bolsa empezó a recuperarse con el discurso en el Congreso estadounidense del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que se mostró dispuesto a aplicar nuevas medidas para evitar el deterioro de la economía estadounidense.
Así, se redujeron las caídas de las bolsas y se animó la cotización del euro, que se acercó a 1,33 dólares, y el petróleo subió hasta 101,5 dólares.
Todos los grandes valores bajaron: Banco Santander, el 1,53 por ciento; BBVA, el 1,06 por ciento; Iberdrola, el 0,82 por ciento; Repsol, el 0,67 por ciento, y Telefónica, el 0,5 por ciento.
La mayor caída de las empresas del IBEX correspondió a Sacyr, el 6,94 por ciento, seguida de Abengoa, que cedió el 5,74 por ciento después de que se conociera que el fondo estadounidense First Reserve Corporation entrará en su capital, en tanto que Gamesa bajó el 5,29 por ciento y Ferrovial y Acciona poco más del 5 por ciento.
Sólo tres compañías del IBEX concluyeron con ganancias: FCC avanzó el 2,77 por ciento; Mapfre, el 1,89 por ciento, y Banco Popular, el 0,35 por ciento.
En el mercado continuo destacó la caída del 8 por ciento de Inmobiliaria del Sur, mientras que Cleop lideró las ganancias con un alza del 9,49 por ciento.
Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años bajaba tres centésimas respecto a la víspera y se situaba en el 5,07 por ciento, mientras que la prima de riesgo subía de 329 a 335 puntos básicos.
El efectivo negociado se situó en 3.021 millones de euros, de los que cerca de 700 fueron intermediados por inversores institucionales