Fillon anuncia que se adoptarán «nuevas medidas» de ajuste si Francia no llega a tener un crecimiento mínimo del 1,5 % en 2012.
18 oct 2011 . Actualizado a las 15:13 h.El Gobierno francés salió hoy en defensa de la calificación de su deuda después de que la agencia Moody's advirtiera de una posible revisión y tras el reconocimiento oficial y de algunos expertos de que el crecimiento económico en 2012 puede ser inferior al previsto.
El ministro francés de Finanzas, François Baroin, subrayó que el Gobierno hará todo lo posible para mantener la máxima calificación de su deuda, aunque el primer ministro, François Fillon, admitió un posible recorte del crecimiento económico el año próximo.
La Bolsa de París reaccionó a la baja al conocer la noticia sobre el aviso de Moody's y al mediodía de hoy su índice general, el CAC-40 caía más de un 1,66 %.
Fillon dijo anoche que se adoptarán «nuevas medidas» de ajuste si Francia no llega a tener un crecimiento mínimo del 1,5 % en 2012.
La previsión del Ejecutivo francés era hasta ahora del 1,75 % y la nueva cifra se dio a conocer horas antes del anuncio de Moody's.
El primer ministro francés admitió que en el momento actual no se puede decir exactamente cuál será el crecimiento en 2012 porque «hay una amenaza enorme que pesa sobre la economía mundial», y citó en particular el problema de las «deudas soberanas».
Baroin reconoció, en una entrevista a la cadena de televisión «France 2», que «hay un riesgo» de que la economía francesa crezca el próximo año por debajo del 1,5 %.
«Se está haciendo todo lo posible desde hace tres años para que no haya una baja» de la calificación, señaló el ministro de Finanzas sobre el anuncio de la agencia y reiteró: «ahí estaremos para conservar ese triple A. Es una condición para proteger nuestro modelo social».
«Tenemos margen» para actuar, insistió Baroin y por eso «tomaremos todas las medidas, de forma que no hay inquietud», añadió.
Recordó que su Ejecutivo ha puesto en marcha «reformas estructurales», como la de las pensiones, y recortes en el gasto público, como la no sustitución de uno de cada dos funcionarios que se jubilan.
El titular de Finanzas afirmó que la previsión de un crecimiento en 2012 del 1,75 % es «probablemente demasiado elevada respecto a la evolución de la actividad económica».
No obstante, puntualizó que eso no significa que vayan a revisar sus expectativas inmediatamente y que el proyecto de ley de presupuestos -que hoy comienza su debate en la Asamblea Nacional en París- seguirá con ese supuesto, aunque «nos adaptaremos».
Moody's advirtió hoy de que aunque conserva la nota Aaa para Francia, la máxima de su escala, contempla una posible revisión de la perspectiva estable en los próximos meses a la vista de cómo va a aplicar el Gobierno las «necesarias» medidas de reforma económica y fiscal, pero también ante posibles evoluciones adversas de la economía y de los mercados.
Después de conocerse la opinión de la agencia, el diario francés «Les Echos» informó de las últimas previsiones de Consensus Forecasts, un grupo de una veintena de expertos del sector público y privado que sitúan el aumento del PIB en 2012 en un nivel todavía más bajo que el del Gobierno.
Ese grupo de expertos cree que el crecimiento económico de Francia estará por debajo del 1 %, y el diario recordó que otros especialistas, de Goldman Sachs por ejemplo, incluso rebajan la cifra esperada de incremento del PIB hasta un magro 0,2 %.
La responsable de la patronal gala, Laurence Parisot, manifestó su confianza en que Francia dispone de todos los medios para conservar la calificación de «triple A» que le reconocen las agencias.
«El camino para lograrlo es conocido y hay que tomarlo. Pero no hay que negar el riesgo, el riesgo existe», agregó.
Parisot señaló que entre las medidas que Francia podría tomar para evitar una recalificación a la baja está la de votar unos Presupuestos para el año próximo «en línea con nuestros compromisos» con la Unión Europea.
La responsable de la patronal francesa indicó otra vía para convencer a las agencias de calificación: «mostrar nuestras capacidades para avanzar en las reformas estructurales».