La refinanciación de la abultada deuda de Sacyr está asociada a la compra de su 20 % en Repsol, que se acerca a los 5.000 millones de euros.
21 oct 2011 . Actualizado a las 21:38 h.El nuevo presidente de la constructora Sacyr Vallehermoso, Manuel Manrique, y el máximo ejecutivo de Repsol YPF, Antonio Brufau, han tenido hoy una primera toma de contacto en la que han aprovechado para diseñar un nuevo escenario de relaciones entre ambas compañías «sin tensiones ni enfrentamientos».
Horas después de que el consejo de administración de Sacyr pusiese punto y final a la presidencia de Luis del Rivero, que durante los últimos siete años había estado al mando, el mercado da por descontada una futura venta de entre el 5 y el 10 % del paquete que la constructora tiene en Repsol.
La bolsa ha acogido con entusiasmo esta posibilidad. Tras los cambios en la cúpula directiva de Sacyr, los títulos de la constructora ha comenzado la sesión liderando las subidas del IBEX 35, el principal selectivo español, y han acabado repuntando el 2,85 %, hasta 5,58 euros.
Las acciones de Repsol, que llegaron a ser las que más caían, han terminado subiendo, el 1,29 %, hasta intercambiarse a 21,67 euros por título.
Con Del Rivero fuera de escena, el que hasta ayer había sido su hombre de confianza, Manuel Manrique, no ha querido desperdiciar el tiempo y durante una hora y media se ha reunido -a petición suya-, con Brufau en un intento de limar asperezas y reconducir las relaciones de la constructora con la petrolera hispano argentina.
En la cita no han estado solos. Al encuentro también han acudido el nuevo vicepresidente primero de Sacyr Vallehermoso, Demetrio Carceller, y el consejero Pedro Del Corro, representante de Torreal, sociedad de Juan Abelló, quien ha pasado a ocupar la vicepresidencia segunda del grupo.
La reunión ha sido calificada de «provechosa y cordial» por fuentes cercanas a Repsol, que celebra el próximo miércoles su consejo en este nuevo escenario.
Como telón de fondo se encontraba el pacto que firmó Del Rivero con la petrolera mexicana Pemex para sindicar sus derechos de voto e incrementar su presencia en Repsol hasta el 29,8 %, rozando el límite del 30 % que obliga a lanzar una OPA.
El acuerdo, que ha acabado con la salida de Del Rivero y que ha dejado una importante división interna en la constructora, podría estar cerca de ver su final, según señalaron a Efe fuentes financieras, aunque desde Sacyr y Pemex subrayan que el pacto continúa vigente hasta que no se acuerde lo contrario.
La refinanciación de la abultada deuda que Sacyr tiene asociada a la compra de su 20 % en Repsol, que se acerca a los 5.000 millones de euros, continúa siendo una incógnita a dos meses de que concluya, el 21 de diciembre, el plazo de amortización.
Por el momento, un grupo de bancos extranjeros que participaron con unos 1.500 millones en el préstamo ha rechazado refinanciar su parte, lo que podría llevarles a ejecutar garantías y hacerse con las acciones de la petrolera.
Si Sacyr vendiera un 5 % de Repsol podría obtener a precios de mercado más de 1.300 millones de euros, lo que le permitiría compensar la parte del crédito que eventualmente no pudiera refinanciar.
Algunas fuentes financieras aseguran que podría haber más bancos interesados en no refinanciar a la constructora, dado que la Unión Europea (UE) discute este fin de semana si eleva al 9 % las exigencias de capital a la gran banca.
Sacyr entró en 2006 en el capital de Repsol a un precio de 26,7 euros por acción, lo que suponía valorar su paquete accionarial en 6.525 millones, frente a los 5.290 millones que vale ahora (a 21,67 euros por título).
Esta diferencia supone una minusvalía latente de más de 1.200 millones de euros que Sacyr debería apuntarse en caso de vender su participación en Repsol.