Grecia agota el tiempo y la paciencia

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El país heleno debe decidir hoy entre apretarse más el cinturón o la quiebra

07 feb 2012 . Actualizado a las 11:22 h.

Grecia ha vuelto a hacerlo. El plazo para aceptar las dolorosas medidas que le exige la troika (BCE, FMI y Comisión Europea) a cambio del tan traído y llevado segundo rescate -ese que empezó por 130.000 millones y ya va por 145.000 y que incluye una quita de entre el 50 y el 70 %- acababa a mediodía de ayer. Pero poco importó. Con la amenaza de quiebra pendiendo sobre sus cabezas, los líderes de los partidos políticos que forman la coalición de Gobierno decidieron aplazar hasta hoy la crucial reunión que debieran haber mantenido con el primer ministro, el tecnócrata Lucas Papademos, para adoptar una decisión a todas luces vital para el futuro del país.

En crudo: los griegos han de decidir si pasan otra vez por el aro de la austeridad que blande ante sus ojos la troika o suspenden pagos y dicen adiós al euro. Aquello de Guatemala o Guatepeor. Lo primero significa otro gran agujero en el ya más que tenso cinturón de la ciudadanía helena (entre otras cosas, se les pide un rebaja del salario mínimo, un nuevo hachazo a las pensiones, adelgazar todavía más la plantilla de empleados públicos, e incluso la eliminación de dos pagas extras en el sector privado); y lo segundo, quién sabe. Para algunos, el abismo; para otros, no tanto.

Papademos es de los primeros, y no ha dudado en poner sobre la mesa su determinación de dimitir si los socios del Gobierno de coalición no dan su consentimiento para esta nueva vuelta de tuerca. Pero algunos de los miembros del Ejecutivo no están por la labor. Temen un estallido social si piden más sacrificios a la población. Lo resumió muy bien ayer el líder de Nueva Democracia, Antonis Samarás: «Nos están pidiendo más recesión y el país no puede asumirlo».

El tiempo no es lo único que ha agotado Grecia. También la paciencia de la eurozona se ha acabado. Y así se lo hicieron saber al Gobierno heleno la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quienes, reunidos en París, recordaron que el «tiempo se agota» para Atenas. «La situación tiene que arreglarse de una vez por todas», «no habrá otra oportunidad», afirmó el galo.

Con todo, Yorgos Karatzaferis, líder de la formación ultraderechista LAOS, quitó hierro a las amenazas europeas. «Grecia no va a abandonar Europa. Todos estos chantajes son parte de la negociación».