El Gobierno de Papademos no decidirá hasta hoy si recorta un 20 % salarios y pensiones
08 feb 2012 . Actualizado a las 06:55 h.El Gobierno griego decidió anoche posponer hasta hoy la aprobación de las nuevas medidas de austeridad exigidas por la troika que forman la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), para que el país reciba más ayuda financiera.
Así lo aseguraron a Efe fuentes próximas al primer ministro, el tecnócrata Lucas Papademos, mientras este celebraba una reunión extraordinaria con los líderes de los partidos que sostienen a su Gobierno -socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas-.
De ese encuentro debería salir el visto bueno al nuevo ajuste, que Papademos acordó ayer con los enviados de la troika y que obligaría a reducir entre un 20 y un 25 % el salario mínimo (hoy son 751 euros al mes), a recortar otro 20?% las pensiones que excedan los 1.000 euros, a suprimir numerosos complementos a esos subsidios, a despedir a 15.000 empleados de empresas públicas y a abolir la negociación colectiva.
Mientras eso se negociaba en los despachos, el país permanecía paralizado por la primera huelga general del año, la enésima desde que comenzó la crisis. Miles de manifestantes se concentraron frente al Parlamento en Atenas, en una protesta que fue disuelta con gases lacrimógenos por los antidisturbios cuando varias decenas de encapuchados trataron de asaltarlo.
«Cuestiones abiertas»
La citada fuente, que expresamente pidió el anonimato, añadió que el aplazamiento en la aprobación de las nuevas medidas se debe a que «aún quedan algunas cuestiones abiertas» en la negociación, como un nuevo recorte al gasto público que Grecia quiere limitar a 2.300 millones frente a los 3.000 millones que exige la troika. El acuerdo sobre el rescate permitiría a Grecia evitar la quiebra a la que está abocada el próximo mes de marzo, cuando vencen títulos de su deuda por valor de más 14.000 millones de euros.
Precisamente, la garantía de pago de la deuda es otro de los frentes en las negociaciones, tras la propuesta francoalemana de obligar a Atenas a depositar en una cuenta bloqueada parte de las ayudas, que se destinarían en exclusiva a cubrir los intereses de la deuda.