La exvicepresidenta, que había anunciado un retiro para estudiar, será consejera en Chile
28 mar 2012 . Actualizado a las 23:47 h.Le quedaban apenas 6 semanas en el cargo de vicepresidenta económica cuando Elena Salgado, en una entrevista a Vanity Fair, desvelaba su futuro: «Me tomaré dos años cuasisabáticos mientras tenga incompatibilidad. Pero estaré muy activa, se lo aseguro. Quiero estudiar más historia contemporánea, ya que he vivido en primera línea muchos acontecimientos importantes. También colaboraré con una ONG que ya me lo ha pedido, pero será fuera de los focos».
Los hechos distan de aquellas palabras de la única ministra que acompañó a Zapatero en sus dos legislaturas. Elena Salgado será consejera externa en Chilectra, la filial de Endesa en Chile, con una retribución anual de no menos 30.000 euros, según avanzó ayer El Confidencial. Su salario neto como vicepresidenta primera no llegaba a 60.000 euros anuales. Aunque su pase a la empresa privada no parece movido por una necesidad económica: en septiembre la ourensana declaraba dos viviendas en propiedad (en Madrid y los Alpes marítimos franceses) y casi 560.000 euros en cuentas y depósitos.
El aterrizaje en la filial americana se producirá en las próximas semanas, una vez que consiga autorización por parte del Ministerio de Hacienda. Porque podría incumplir la norma de incompatibilidades del año 1995 que rige durante dos años para exministros, ex secretarios de Estado y otros altos cargos gubernamentales (secretarios generales, delegados del Gobierno...). «Durante los dos años siguientes a la fecha de su cese los altos cargos no podrán realizar actividades privadas relacionadas con expedientes sobre los que hayan dictado resolución en el ejercicio de su responsabilidad, ni celebrar contratos de asistencia técnica, de servicios o similares con las Administraciones públicas», se detalla en la ley. A cambio perciben el 80 % del salario que tenían en su puesto anterior. El Gobierno del PP no ha pensado en revisar esa ley, según explicó en enero Sáenz de Santamaría.
Salgado, como miembro de un Ejecutivo que tomó decisiones sobre regulación eléctrica, podría eludir la restricción porque la empresa para la que ha sido propuesta está fuera de España.
En solo tres meses
Es larga la lista de ex altos cargos que han pasado de la política al sector energético, uno de los que mejor comportamiento están teniendo en plena crisis. Felipe González, José María Aznar, Pío Cabanillas, Pedro Solbes... Pero ninguno con la celeridad con la que lo ha hecho Salgado: apenas han transcurrido tres meses desde que cedió supuesto a Luis de Guindos, hoy ministro de Economía y hasta diciembre, curiosamente, consejero de Endesa. Se embolsaba por ello más de 300.000 euros.
Y hay otros casos de políticos afectos al área económica, que han encontrado acomodo en la empresa privada, con puestos de alta responsabilidad, como Rodrigo Rato en Bankia (antes Caja Madrid) o Josep Piqué en Vueling. Y abriendo el foco, fuera PP y PSOE, hay dirigentes de CiU (Miquel Roca en Endesa) o PNV (Josu Jon Imaz en Repsol).
Izquierda Unida ha pedido explicaciones al Gobierno ante una posible incompatibilidad, mientras UPyD instó a la propia Salgado a renunciar a su pensión como exministra.