Novagalicia es objetivo del Santander y del BBVA, según analistas de La Caixa

R. S. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La entidad gallega mantiene su firme propósito de continuar en solitario

22 mar 2012 . Actualizado a las 13:49 h.

En un informe fechado el 16 de marzo, los analistas de La Caixa (hoy Caixabank) apuestan por que los dos gigantes del sector financiero español, Santander y BBVA, tratarán de hacerse con alguna de las entidades en las que ahora el Estado controla el 90 %. Es decir, NCG Banco (Novagalicia en el noroeste, Evo en el resto) y Catalunya Caixa. «La adjudicación de Novagalicia y de Catalunya Caixa podría retrasarse hasta el verano. Dado el tamaño y los movimientos ya realizados por el Sabadell y Popular, creemos que ambas operaciones pasan por Santander y BBVA, condicionado, creemos, a la existencia de un EPA [esquema de protección de activos]», se lee en el informe. El EPA es un escudo que cubre al comprador de posibles pérdidas, y es la fórmula de la que se han valido el Sabadell y el BBVA para hacerse con la CAM y Unnim respectivamente.

Los analistas no hablan de su propia entidad, de La Caixa, que está analizando las cuentas de Banca Cívica con el objetivo de sellar una posible alianza.

En ese informe para los inversores, al que ha tenido acceso este periódico, se detalla que el Santander podría abordar una operación de compra a través de Banesto. «Parece complicado que el Santander no acabe realizando una adquisición en España», apuntan los analistas de la firma catalana. Hacerlo a través de Banesto reduciría el impacto en el banco matriz.

En el caso del BBVA, explican que, pese a quedarse con Unnim tras su reciente subasta, «cuesta creer que no hagan otro movimiento de consolidación».

Lo expuesto anteriormente refleja la posición de la gran banca española, que tiene por objetivo hacerse con una cuota de mercado elevada como la de NCG en su territorio de origen. Contrasta con el plan de José María Castellano, que estos días negocia con el Banco de España la entrada de inversores privados internacionales con el objetivo de seguir en solitario. Tras el respaldo alcanzado en algunas instancias políticas, los esfuerzos se centran en convencer al Banco de España de la solvencia y el interés de la operación.